Con gran preocupación recibo informaciones de que en la Asamblea Legislativa se pretende reformar la Ley de la Jurisdicción Constitucional para “limitar” los “poderes” de la Sala IV, la Sala Constitucional de nuestra República, ya que alegan los señores diputados que esta Sala está legislando –interfiriendo por lo tanto con las labores del Poder Legislativo- y extendiendo su jurisdicción más sobre asuntos que van más allá de sus facultades.
Hay que tener mucho cuidado con ver este tema legal, desde la óptica política partidista, que muchas veces está parcializado y guiado por intereses específicos y no por los intereses nacionales, que son los que deben prevalecer, ya que una reforma a la ligera podría socavar los grandes avances en la protección de los derechos y libertades constitucionales y de los derechos humanos, que la Sala Constitucional y sus leyes constitutiva y reguladora, le han traído al país; hay que recordar que era un martirio legal cumplir los requisitos procesales para plantear un recurso de inconstitucionalidad y menos posibilidad había de ganarlo: los recursos de “Hábeas Corpus” y de “Amparo” eran inefectivos y tampoco funcionaban expeditamente como lo hacen ahora. la realidad que vivíamos había superado nuestras leyes que se quedaban atrás, causando graves violaciones a los derechos y libertades de los ciudadanos, en su mayoría causados por parte del “monstruoso” estado que teníamos.
No es que defienda todo lo que la Sala “Cuarta” haya hecho; ha tenido como todo tribunal fallos desafortunados…. pero haciendo un balance general, su existencia ha cambiado para bien la forma en que se protegen nuestros derechos; por eso, estemos vigilantes para que no perdamos estos instrumentos legales tan valiosos que tenemos, al igual que los tienen todas las sociedades civilizadas del mundo.