En cierto sentido, el nazismo es un fenómeno del autoritarismo, pero el autoritarismo no se encuentra solo en el nazismo o el pueblo alemán: también se encuentra muy posiblemente en todas las civilizaciones.
El autoritarismo es un estado mental que se ha posesionado de muchos individuos a través de la historia. Se asocia a términos como poder, ley, razón, fuerza, dominio, raza. El autoritarismo mezclado con el fanatismo nacionalista puede conducir a posiciones sectarias, racistas, egoístas.
Desde el punto de vista filosófico no es lógico, inteligente, razonable, racional, tolerante: el padre autoritario asusta, intimida a los niños. La cara o rostro autoritario hace que los niños bajen la cabeza u obedezcan a la fuerza (autoritarismo familiar). No se educa o disciplina con buenas maneras o un tono amistoso, tranquilo, paciente y comprensivo.
El autoritarismo es una manera sutil de agresión, violencia, irracionalidad. El recordado director de cine Stanley Kubrick en su película titulada “Full metal jacket” denuncia el autoritarismo en las escuelas militares. Un filme donde actúa el brillante actor Mathew Modine.
En cierto sentido, el hombre autoritario, para decirlo de alguna manera, es una falacia ad baculum o argumento a la fuerza. Es el yo inflado que dice: “yo soy la autoridad”, “yo tengo el poder, por lo tanto tengo la razón”, “aquí mando yo”, “yo soy la ley”. Obsérvenlo bien cuando está en el rostro humano: ¡es una mueca horrorosa! El autoritarismo se asocia estrechamente a fenómenos como la ley y la justicia, las cuales toma con sus manos. El hombre autoritario se impone: muchas veces es un político, un profesor, un sacerdote, un crítico, etc.
En su rastreo o indagación sobre la prehistoria del hombre, Freud adopta la hipótesis de Charles Darwin, según la cual la forma primitiva de la sociedad humana es la horda, dominada por un poderoso macho. La sublevación o rebeldía de la horda lleva a la ejecución de este poderoso macho o padre primitivo: lo matan, lo ejecutan (parricidio). Así comienza la historia o civilización. Según Freud, todas las civilizaciones han pasado por este tránsito, incluyendo a los grupos aborígenes australianos, los cuales cita el famoso autor en defensa y apoyo de sus ideas en su libro “Toten tabú”.
Según nuestro punto de vista, este “poderoso macho” era autoritario y el autoritarismo como tal, continúa su destino en las civilizaciones.
El autoritarismo es un fenómeno antiquísimo: nace con el hombre mismo. Este fenómeno mental alcanza a muchos políticos actuales. ¡Hay que estar alerta!