¿Qué pretendemos encontrar al leer un libro? Entretención, sabiduría… pero, ¿son la salvación o la eternidad, peculiaridades que podamos encontrar al leer? Algunos de quienes leen la Biblia pueden afirmar que dicha esperanza existe en sus corazones y, por otro lado, muchos autores nos quieren entregar significados afines a esos conceptos por medio de sus obras.
El catolicismo francés puede alardear de su riqueza en literatura, acentuada por los aportes de autores como Leon Bloy, Péguy, Emmanuel, Mounier, Simone Weil, y el destacado George Bernanos.
Inmerso en una época de crudas realidades, Bernanos (1888-1948) fue un escritor que se caracterizó por incluir en sus obras el catolicismo, que como persona lo identificaba. Sin embargo, este catolicismo emerge como un respaldo a su existencia inquieta, atormentada, desgarrada y miserable, que representa el temperamento apasionado y rebelde del autor, esto según las palabras de Juan Roger en su obra sobre La literatura francesa del siglo XX.
Bernanos resalta en sus libros la importancia de descubrir nuestra verdad interior, imponiéndose con su crítica a la sociedad y a las cosas que en ella nos hace seres superficiales y pecadores.
Él presentaba el tema de la santidad, pero visto desde una perspectiva humanista, donde lo primordial es la salvación del ser e intenta transmitirnos dicho pensamiento y conducirnos a un camino afín al suyo. En sus novelas se exponen temas de crítica social como la hipocresía, al igual que la pérdida de la inocencia y de la esperanza de las personas al dejar su niñez atrás. Hace mención a la humildad como un valor esencial en la vida de los seres humanos.
El tema principal de sus obras es la lucha constante que existe entre el bien y el mal, así como la diferencia entre la santidad y el pecado, estando el ser humano en un encuentro constante consigo mismo, que lo enfrenta a elegir entre estas realidades, y esta lucha contra lo mundano aparece en sus obras casi agresivamente.
En novelas como Diario de un cura rural, novela sobre el sacerdocio, Bernanos deja entrever no solo su amor por la iglesia, sino la importancia de la fe. Y es evidente cómo en el libro −en el que nos enseña cómo un cura no es capaz de oponerse al mal que ve en sí mismo y en los demás− quiere reflejar esa flaqueza en el resto de nosotros. Intenta entonces inducir el triunfo de Jesús sobre aquellos que caemos en su canasta de pecadores.
Ahora bien, ¿nos conducen las obras de estos autores “profetas” por un camino diferente al que nos conducen las novelas ajenas de un objetivo espiritual? Escritores como G. Bernanos, que aspiran a enseñarnos el camino de la “salvación” a través de su arte y se nos presentan como guías morales sin dejar de lado lo hermoso de la literatura, nos aportan al menos el cosquilleo de una presencia intangible de lo sobrenatural.
Belén Gamboa
Katherine Calvo
Yescarleth Rodríguez
Estudiantes del curso de Repertorio: Introducción a la literatura francesa del siglo XX