En adición al artículo de opinión publicado el día 29 de octubre en este medio de comunicación (“La realidad del proyecto de ley 17561, traslado del régimen del IVM al del Magisterio”), por el señor Coordinador de la Comisión Interinstitucional de Pensiones (Marco Vinicio Flores) sobre este proyecto, me permito compartir las siguientes impresiones.
Siendo que ante la Asamblea Legislativa ha sido imposible que esta iniciativa prospere, se sugiere que el Presidente de la República nos apoye mediante un Decreto de Ley, tal y como se hizo en el año 1996, el cual permitió el retornó al régimen del Magisterio Nacional, con la agravante que no se le dio la publicidad (difusión requerida), un grupo lo mantuvo en secreto de manera subrepticia; recordemos que no todos tienen acceso a la Gaceta nacional; esto implicó un trato discriminatorio para un grupo de colaboradores que tenían el mismo derecho, pero no lo pudieron ejercer por prácticas colusorias. Entonces, un grupo determinado, impulsó el traslado a la CCSS, bajo el engaño de que el Régimen del Magisterio Nacional iba a quebrar; otro factor que incidió para que nos pasáramos, fue el factor necesidad: o nos pasábamos o no comían nuestros hijos. La desinformación fue increíble y hoy devastadora, emocionalmente.Se rechazó el apoyo bajo la tesis de que somos muchos los que estábamos en esta situación, totalmente falso; de 3850 no se pasarán ni la mitad, ya que no todos tienen ¢22 millones para depositarle a Hacienda y no todos pueden pasar de pagar el 2.5 % al 16% por cotización. De ellos, muchos han muerto y muchos han perdido el interés.
Así las cosas, a continuación comparto con la generalidad, los motivos que sirven de sustento para apoyar esta iniciativa, justa y necesaria por cierto.
Hay una proyección de despidos para este año significativa; esto incrementará el desempleo, delincuencia, prostitución y por ende la frustración. Don Luis prometió bajar la tasa de desempleo; pues tiene una gran oportunidad para cumplir.
Con lo que hoy día se le paga a un funcionario que tiene entre 25 y 30 años de servicio, la administración contrata, mínimo 3, ya que ingresan sin anualidades, escalafones, dedicación exclusiva, remuneraciones extraordinarias, incentivos salariales, etc., o bien, ya sea tendrá dinero suficiente para destinarlo a otros proyectos de gobierno.
Ahorrarán dinero en incapacidades; este inicio de clases había un registro importante de educadores incapacitados y el ciclo lectivo ni siquiera había dado inicio; esto implicó la contratación de sustitutos, o sea, incrementó el gasto en el rubro salarios.
Un partido político, según entiendo, indicó que la CCSS se vería afectada significativamente; esto no es cierto; los que eventualmente se pasarán son muy pocos y además considero que no es tan cierto lo de la crisis; el año pasado salió un reportaje de que la CCSS está construyendo varios edificios de muy alto valor; si fuera cierto que están en crisis esto no estaría dándose y tampoco prestarían dinero para compra de casa. Por otro lado, reconozco que la CCSS ha hecho ingentes esfuerzos para recaudar sus dineros, pero hay grandes vacíos y errores; lo que hay que hacer es fortalecer los controles de recaudación y ejecución judicial pronta y oportuna para los morosos.
Otra cosa que debemos hacer es vigilar muy de cerca los procesos de contratación; en algunas instituciones públicas se están haciendo contrataciones, que en muchas de las veces no son necesarias, o bien, ya sea si lo son, tenemos problemas serios en la fase de planificación.
Con la finalidad de darle sostenimiento al proyecto, estaríamos de acuerdo en un impuesto deducido del mismo monto de la jubilación, pero que nos den la oportunidad de elegir, por última vez, si retornamos a nuestro régimen original, tal y como muchos lo pudieron hacer y que otros no, precisamente porque desconocían del transitorio del año 96, porque estuvo como en secreto, aunque algunos vivillos sostengan la tesis de que el decreto se publicó, claro, pero no se le dio difusión como debe ser; publicar no es suficiente, hay que darlo a conocer a la población por diferentes medios de difusión, y esto no se hizo.