La economía es una “ciencia social no exacta”, que tiene como objetivo resolver el problema económico: ¿qué?, ¿cómo? y ¿para quién producir y distribuir bienes y servicios? Camina por supuestos: las necesidades humanas son ilimitadas, los recursos escasos, el costo de oportunidad, la teoría de la expectativa y la elección del consumidor. En su enfoque es fragmentaria. En sus modelos excluye las dimensiones ecológicas, sociales, políticas y psicológicas. Al basarse en suposiciones degenera en “ideología disfrazada”.La economía se enfoca en el “nivel de vida” y olvida la “calidad de vida” y la felicidad interna bruta. Como “ciencia” está viviendo una profunda “crisis existencial” en sus métodos, técnicas y conceptos. La “ciencia de la economía” está produciendo costes sociales y ambientales irreversibles al planeta, dado que los modelos económicos son altamente depredadores de los recursos naturales, seres vivos y minerales. La economía para funcionar requiere de hidrocarburos (combustibles fósiles). La economía se volvió obsesiva-compulsiva con el crecimiento económico (PIB). El desarrollo económico será posible si ponemos límites al crecimiento de la población urbana y rural por medio de la planificación familiar, la vasectomía y la esterilización femenina, así también si establecemos cuotas, límites y estándares de calidad a la inmigración. La economía siempre ha considerado que se puede redistribuir la riqueza, proveer bienes y servicios, corregir problemas de funcionamiento del mercado (externalidades y monopolios) y estabilizar los ciclos económicos, pero… el Estado (Gobierno) siempre tendrá déficit fiscal, déficit comercial en cuenta corriente y gastos constantes y crecientes que siempre se van a financiar vía política fiscal. La economía no puede sostener en el largo plazo la inflación ni bajar el desempleo, porque todas las economías están ancladas al sistema económico global. La “ciencia de la economía” sigue desconectada de la realidad. Los mercados libres altamente competitivos, la planificación económica y la economía mixta, solo existen en la academia universitaria.
El mercado global tan apetecido por los empresarios es altamente monopólico, oligopólico y, transnacional; poco mas de 650 CMN controlan el comercio mundial y 16 la industria del petróleo. El PIB está obsoleto como medida de contabilidad nacional y, conceptos como rendimiento, productividad, beneficios son arbitrarios, subjetivos y parciales. ¿Qué hacer con la Economía? Necesitamos diseñar nuevas bases conceptuales, metodológicas y técnicas para la nueva economía del siglo XXI. Debemos empezar desechando viejos conceptos, métodos y técnicas económicas.
En conclusión, para sentar las bases de una nueva economía requerimos realizar un cambio radical en los conceptos, métodos, sistema de valores y la estructura del pensamiento económico actual. Debemos volver a releer a John Rawls, Robert Nozik (Sociedad Económica Justa), Thomas Robert Malthus (Teoría de la población), Joseph Alois Schumpeter y al geólogo M. King Hubbert o E. F. Schumacher, allí es donde podemos encontrar la verdadera salida a la bancarrota en que se encuentra la Economía y los economistas. Junto a ello deberíamos comprender la economía budista y sus principios rectores −la vía intermedia que evita los extremos de los estilos de vida−, el máximo de bienestar humano con paz e iluminación perfectas, que está libre de deseos (consumo obsesivo) y sufrimiento por las cosas materiales (tener). Pero, el camino es un modelo óptimo de consumo con control de la natalidad −3.5 millones de población, incluye migrantes− y una mueva ley de migración será la vía para ir hacia un modelo de desarrollo económico sostenible en la Costa Rica del Siglo XXI.