Después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania no sólo perdió la guerra, también fue brutalmente partida en dos, pero también se implementaron planes de reconstrucción de una Alemania decente y reformada, y entre esos planes se incluyeron los esfuerzos por levantar la cultura y la educación en toda la nación. Y así razonando, actuaron: Un país no merece levantarse si no hay educación de primer orden para todos sus habitantes. Punto uno.
Punto dos. Todos y cada uno, seremos maestros de algo. Los mejores maestros que pueda haber. Lo gritaremos a los tejados, al mundo entero y promoveremos el estudio aquí como uno de los mejores lugares para estudiar que se pueda encontrar en el mundo. Podrán venir extranjeros a estudiar aquí, podremos nosotros estudiar aquí. Lo que fue infamia y error se hará cultura y educación universal.
Y punto tres, para levantar la educación, para hacer de la educación el estandarte más alto y para clavarlo en el ejercicio de la vida total y cotidiana, se precisan ante todo ¡BIBLIOTECAS! Por doquier bibliotecas, y una mentalidad de acogida al libro y a las revistas. ¡Ningún libro o revista sobra, todos los libros y revistas son bienvenidos! Un libro o una revista que falten es un error imperdonable en la eficiencia de la educación de un país que se proponga como meta la mejor educación. En educación no se puede ser mediocre. Así pensaban con Adenauer los alemanes, y así lo siguen haciendo y así nos siguen dando ejemplo.
Cuando miro cualquier biblioteca, pública o privada o personal, universitarias o no, cuando he visitado países muy pobres y me han llevado a ver sus bibliotecas, es frecuente que recuerde siempre esta experiencia de reconstrucción y de amor a la cultura del pueblo y de gobierno alemán.
Pido a Dios, y solicito a los costarricenses y a toda persona de buen seso, que no mutilen ni diezmen los libros, las revistas, las bibliotecas y que no empobrezcan el progreso y la cultura de todos.
Porque después de todo, un libro y una revista, así como una biblioteca, no son un libro, una revista o una biblioteca, son VIDA! El conocimiento se hace vida. Y la VIDA y lo que hacemos con la VIDA es lo que importa.