Commemoremos la gesta del Moncada

No siempre en la historia los reveses tácticos son sinónimo de derrota.(….)Lo importante para abrir el camino hacia el futuro en determinadas circunstancias es

«El asalto al Cuartel Moncada no significó el trunfo de la Revolución en ese instante, pero señaló el camino y trazó un programa de liberación nacional que abriría a nuestra patria las puertas del socialismo.

No siempre en la historia los reveses tácticos son sinónimo de derrota.(….)

Lo importante para abrir el camino hacia el futuro en determinadas circunstancias es la volunrad inquebrantable de lucha y la propia acción revolucionaria.» Informe del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, 17 de diciembre de 1975.
Conmemorar el aniversario 56 del asalto al Cuartel Moncada, y el de Carlos Manuel de Céspedes, es dignificar y glorificar la acción heroica y revolucionaria de un grupo de hombres y mujeres comprometidos con el destino de su patria, de un acontecimiento extraordinario y de gran relevancia histórica.

Ante una patria intervenida, martirizada y mediatizada por el imperialismo norteamericano a través de la imposición de la Enmienda Platt, el 20 de mayo de 1902, se configuró  un hecho lesivo y criminal.

Con el dominio económico, político y militar de Estados Unidos sobre la mayor de las islas del Caribe, recrudecieron las condiciones adversas y difíciles de la República agredida y pisoteada. Luego el golpe de Estado de marzo de 1952 de Fulgencio Batista, instauró un régimen espurio, prepotente y sanguinario, incondicional a los intereses del imperio.

Ello abrió aún más las heridas del pueblo cubano, que a através de la lucha por la independencia del colonialismo español había hecho grandes sacrificios como pueblo ante el altar de su patria, con honor y patriotismo. Heridas y dolor que sintió, sufrió, vivió y compartió, el compañero Fidel Castro, quien con gran visión revolucionaria interpretó el sentir de los próceres que lucharon por los mejores anhelos y esperanzas de libertad, soberanía, y justicia social.

El pudo dimensionar los hechos que se vislumbraban en torno a la patria agredida, y el 16 de agosto de 1952 Fidel proclamó   «Somos jóvenes y si  no hacemos lo que la República espera de nosotros, seremos traidores». Era impostergable la lucha armada.
Es importannte destacar la conducción acertada política y revolucionaria de Fidel en esta memorable acción del 26 de julio de 1953, que adquirió una connotación histórica de compromiso, de rebeldía nacional bajo un programa estratégico, militar, político y revolucionario, contra una de las fortalezas símbolo de la corrupción y represión del sicariato batistiano.

Este último trataba de ahogar, en un baño de sangre, la inquebrantable decisión y voluntad de lucha del pueblo de Martí y Maceo, por cambiar las condiciones políticas, económicas y sociales vigentes.

También, el asalto al Cuartel Moncada marca una etapa transcendental en el desarrollo del pensamiento antimperialista por la segunda y definitiva independencia de Cuba, en posesión del imperio desde 1898.

El ideario latinoamericano e internacionalista del Apóstol está presente en la gesta del Moncada, reafirmando ante sus verdugos, que el autor intelectual del Moncada era José Martí por sus convicciones, valores y principios. Ser un hombre de gran ética era su carta de presentación suficiente para alimentar y fortalecer los ideales revolucionarios de los hombres y mujeres comprometidos con las causas justas de los pueblos por su total liberación.

Se trata de la liberación de una América Unida frente a la América imperialista y soberbia, revuelta y brutal que nos desprescia, esa es la imagen que nos trazó el Apóstol a nuestros pueblos.

Precisamente esa América imperialista y criminal que invoca el héroe cubano, se caracteriza desde el inicio de la lucha armada por la independencia de Cuba, con una total  ferocidad y agresividad, que va en aumento en la medida que las diferentes administraciones despliegan todo su odio, rencor e impotencia contra el pueblo y la Revolución cubana.

Ello se concreta en un bloqueo brutal, económico, financiero y comercial desde hace 50 años.

A 56 del asalto al Moncada, encontramos que estos valores y principios revolucionarios están plasmados en el accionar cotidiano de las actuales generaciones, que con detreminación y valentía han defendido su sistema político, económico y social; porque el pueblo ha tomado la bandera de los que ofrendaron sus vidas por la patria. Y la han mantenido muy en alto, con orgullo y decoro, como todo un pueblo comprometido con sus héroes del pasado, presente y futuro.

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