Con la compra del político, le regalamos el publicista

¿Qué mensaje envía el Movimiento Libertario es su último video de propaganda?

Lo primero que vemos es a los soldados negros, muy atentos al comandante blanco, quien inicia su arenga hablando de esfuerzo y dificultades. El esfuerzo de la persona o empresa con quien el Movimiento Libertario contrató la producción de su spot publicitario estelar de cara a las elecciones municipales, se limita a desplegar a través de la imagen algunas de las palabras pronunciadas por el comandante del ejército, en letras blancas y tipografía casual.

Resulta que la secuencia fue fusilada de la película Revolución, el Cruce de los Andes, producida en el 2010 entre otras entidades por la Televisión Pública argentina y dirigida por Leandro Ipiña. No que el spot lo aclare, ni mucho menos.

El filme narra las hazañas libertadoras de José de San Martín, prócer de la patria en Argentina y además histórico defensor de un sentimiento profundamente latinoamericanista, no precisamente coincidente con la agenda ideológica del Movimiento Libertario.

Valga recordar el berrinche de Otto Guevara en el plenario legislativo, exigiendo que la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica editara un calendario dedicado a figuras como Ronald Reagan -artífice de la guerra de “baja intensidad” que cobró decenas de miles de vidas en Centroamérica- o Margareth Thatcher, en cuyo currículum figura la orden de hundir traicioneramente el crucero General Belgrano durante la guerra de las Malvinas, así como haber sido amiga personal del dictador chileno Augusto Pinochet.

Precisamente “esfuerzo” y “dificultades” son las primeras palabras que el esmerado publicista despliega sobre la escena, seguidas después por “nunca es suficiente”.

El discurso del prócer continúa y selectivamente se destacan sus palabras, pronunciadas ante soldados ahora también blancos. Palabras como “prosperidad” y “libertad” que el Movimiento Libertario no tiene ningún problema en que no parezcan ser escuchadas por una sola mujer, pues esta escena es sólo de hombres.

DEMAGOGIA

La palabra “libertad” y el concepto de “ser libres” sobresalen insistentemente. Es evidente que tanto el publicista como quienes decidieron retribuirle con fondos estatales o con el aporte desinteresado de la achampañada militancia libertaria, no tuvieron ningún problema con el discurso decimonónico del personaje, en el cual se insiste en que “cualquier hijo de mujer merece ser libre”.

Al final, el spot recurre en medio del clamor heroico de la arenga militar a una musicalización típica de los adelantos de películas hollywoodenses.

Después de ver el ardid publicitario, lo que queda claro es que el Movimiento Libertario vive un delirio en el que sueña con navegar heroicamente por las aguas del siglo XIX. La demagogia será una bandera roja muy bonita con un rayón blanco en medio, pero no hay en el mensaje libertario nada sobre los problemas concretos que enfrentan las comunidades, no hay una interpelación a la ciudadanía.

¿Qué dicen los libertarios sobre la recolección y tratamiento de basura? ¿Qué, sobre el estado de las vías cantonales?¿Qué, sobre las barriadas urbanas apresadas por la falta de oportunidades?

No es la voz de ninguna persona residente en ninguna esquina de Costa Rica la que se escucha en el spot. No es ni siquiera la voz patriótica latinoamericanista de San Martín, pues lo que queda al final más bien es un monumento al mínimo esfuerzo y una pieza de museo de la campaña electoral entendida no como discusión ciudadana, sino como competencia publicitaria para vender las candidaturas políticas de la misma manera como se venden chicles, salchichas o camisas Lee.

[delipress_optin id="134623"]

0 comments

Semanario Universidad