La Superintendencia de Telecomunicaciones, SUTEL, presentó el pasado 18 de enero el “Informe sobre el Sector de Telecomunicaciones en Costa Rica”, para el concurso público “Concesión de frecuencias para la operación y explotación de servicios de Telecomunicaciones – Telefonía Móvil”.
Adelantó algunas “condiciones” del Cartel de Licitación, como por ejemplo que un oferente solo podrá optar por una concesión y que deberá tener en operación un mínimo de 3 millones de líneas y no menos de 1.5 en el mismo país.
Esas condiciones deciden prácticamente el destino del concurso, pues solo las podrían cumplir unas tres empresas transnacionales, las mismas que en el Continente latinoamericano acaparan hoy esos servicios, en un claro oligopolio: Telefónica, Telmex y Digicel.
Por otra parte, insiste la SUTEL en adjudicar tres concesiones. Cabe preguntarse entonces: ¿cuál es el interés de la SUTEL: Procurar el mayor beneficio para el país o regalar el espectro del país?
Sin ser un genio es claro que si se tienen tres concesiones para tres posibles oferentes, ninguno tendrá el más mínimo estímulo para ofertar una suma importante, si de todos modos tiene una concesión asegurada.
Si por el contario, se siguiera la recomendación de Sepúlveda Consulting de Canadá, (Informe de Análisis de Mercado y Estrategia de Apertura), elaborado a petición del mismo gobierno y que concluyó “Nuestra recomendación principal es de otorgar una licencia a un solo operador nuevo en el corto plazo, obviamente se verían obligados a ofertar sumas mayores por esa única concesión y se obtendría una suma –posiblemente- mucho mayor que si sacamos a concurso las tres.
Gravitan ya sobre este proceso suficientes dudas: Una investigación en curso por parte de la Procuraduría y la Contraloría, tres recursos de amparo ante la Sala Constitucional y las acusaciones del Dr. Ottón Solís contra el Presidente Oscar Arias Sánchez, por cuanto “Hace cuatro años, su campaña para presidente recibió financiamiento millonario de sectores interesados en ese negocio. …usted no solo recibió este financiamiento de campaña de sectores interesados en la apertura, sino que la promovió,… ”.
El caldo de cultivo para la corrupción es el hecho de que si las empresas no se ven impelidas a pagar sumas importantes por la concesión, estarían dispuestas a “gastar” mucho más en “lobby” y en dádivas” que finalmente no llegarán a las arcas del Estado. Y es que desafortunadamente estos procesos evocan eso: corrupción.
En Ecuador: “La renovación de los contratos con las transnacionales América Móvil (Porta) del magnate Carlos Slim y Telefónica (Movistar) de España, por 15 años más, es un proceso antiético, ilegal, económicamente perjudicial para el Estado ecuatoriano,… con apenas 6 meses de facturación, Porta cubrirá el costo total de la concesión. En los 15 años del contrato, solo por telefonía celular, la transnacional facturará US$ 14.280 millones,…”.
http://www.kaosenlared.net/noticia/ecuador-corrupcion-contratos-celulares
En México, esa misma publicación manifestaba: “El “Rey Midas”, como se lo conoce, edificó su imperio, a raíz de la privatización de la telefonía estatal mexicana, rematada al 20% de su valor real, por su “amigo”, el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, prófugo de la justicia”.
En Guatemala: “No hemos financiado a ningún partido; dimos dinero a una campaña electoral,…Kimche y Zanotti reiteraron que el monto avalado por Millicom entregado “a la gente de Portillo” fue de US$2.5 millones. Sin embargo, la investigación del Ministerio Público en Guatemala detectó cheques al portador de Comcel por US$1 millón más, para un total de US$3.5 millones”.
http://www.prensalibre.com/pl/2005/enero/22/106036.html
Y en Costa Rica, ya el Presidente Arias “regaló” 10 MHz a Millicom en 1988. ¿Replicaremos la historia, “regalando” ahora 180 Mhz, 18 veces más espectro?