Control de Precios

Frente a la frase que encabeza el artículo que escribo, los neoliberales y otras especies afines (sus compinches, los políticos vendidos, y un grande

Frente a la frase que encabeza el artículo que escribo, los neoliberales y otras especies afines (sus compinches, los políticos vendidos, y un grande etc.), se asustan.

Esas personas piensan que el Estado no debe interferir en los asuntos económicos. Sin embargo, me he dado cuenta que, por ejemplo, a los campesinos que engordan cerdos, les pagan ciento cincuenta colones por kilo en canal, y mil colones por kilo en pie, o algo así, para el ganado bovino, a la gente que siembra plátano en San Carlos, a los que siembran papayas, a los que siembran naranjas y todas las frutas habidas y por haber, les llegan señores intermediarios, a comprarles su cosecha por una porquería, para venderla en San José por una millonada (los comerciantes y las transnacionales acumulan riquezas vendiendo lo que compraron a seis veces, sino hasta más, el precio que pagaron).

Pero la verdad es que nuestros agricultores, porcicultores, y ganaderos, están teniendo pérdidas espantosas (escuchen el programa de  Miguel Ángel Grillo en Radio Columbia todas las madrugadas).

Todos nuestros campesinos que siembran papas, cebollas, remolachas, apio, zanahoria, etc. y etc., están en una situación realmente crítica, y son los que nos alimentan. Sin embargo, los que algunos políticos han querido que sean nuestros amos, y por supuesto nosotros sus sirvientes, son los dueños de las transnacionales.

Una amiga me contó que solía ir a hacer sus compras a cierto supermercado, y frente a la propaganda tan cacareada de la venida de Walmart, quiso comprobar la veracidad de los tan mentados bajos precios, y verificó con lista en mano de los precios del supermercado de sus compras habituales, que esta publicidad no es cierta… las diferencias de precios son a veces abismales.

Cuento un cuento: “En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…”, había una fábrica de zapatos, y muchos pequeños zapateros que construían sus zapatos artesanalmente para ponerlos en el mercado.

De pronto, la famosa fábrica de zapatos con tecnología moderna para hacerlos, bajó los precios de tal forma que los artesanos no pudieron competir con ellos. En cosa de un año, los artesanos estaban en quiebra, y entonces, la afamada fábrica de zapatos empezó a subir, y a subir, y a subir los precios. ¿Es eso lo que nos pasará?

[delipress_optin id="134623"]

Otros Artículos

Después de las derrotas, eliminaciones y fracasos de la Selección Nacional en el torneo de la UNCAF, que finalmente ganó Honduras, y en la

Nació como un proyecto de graduación y se encamina a ser un referente para artistas, investigadores y seguidores del videoarte en Centroamérica, cuando a

José Alfredo nace en 1926 en Dolores Hidalgo, Guanajuato, su "pueblo adorado", y a los ocho años de edad se traslada con la

“Si por la víspera se saca el día”… cosas no muy buenas se avecinan. Así se siente uno al leer el artículo de El

Un dramático llamamiento a la comunidad internacional hizo el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, al advertir que estaba “llegando al límite de nuestra capacidad

Un tsunami de alcance global está arrasando con la añeja estructura de poder político y económico. Se conmueven los cimientos del capitalismo neoliberal en

El 12 de agosto de este año se cumplen cien años del natalicio de una figura emblemática de la cultura mexicana y uno de

Hoy más que nunca podemos asegurar que nuestra necesidad de alimentarnos mata a gente por doquier sin importar país de procedencia. Para más de
Semanario Universidad