Cuarta carta para doña Laura

Muchos pensamos que ha habido desaciertos en la elección de su gabinete: la gente del comercio exterior, la gente del Ministerio de Agricultura y

Estimada señora: Muchos de nosotros teníamos claro que su gestión presidencial iba a ser difícil, pero también pensábamos que iba a ser diferente, porque usted es mujer y es parte del sexo fuerte (espero que haya leído las tres primeras cartas anteriores (“Primera Carta a Doña Laura”, 08 de junio de 2010, La Prensa Libre), (“Segunda Carta a Doña Laura”, 07 de julio de 2010, Semanario Universidad) e (“Invasión, Ocupación y Libertad”, 01 de octubre de 2010, La Prensa Libre). La situación mundial está complicada. Suenan tambores de  guerra en todo el mundo (si lo tiene a bien, lea mi artículo “La Próxima Guerra” (20 agosto de 2011, La Prensa Libre).

Muchos pensamos que ha habido desaciertos en la elección de su gabinete: la gente del comercio exterior, la gente del Ministerio de Agricultura y Ganadería, la gente del Ministerio de Educación, la gente del Ministerio de Seguridad, la gente del Ministerio de Justicia, la gente de la Caja del Seguro Social, dejan mucho que desear: compadrazgos, parentelas, amiguismos, son las normas habituales de tener los puestos de jefaturas… y mire como han llegado a ser las cosas, una hecatombe de todas esas instituciones: corruptela, enriquecimiento ilícito, diputados de su partido corruptos, ministros cuestionados… y todo por el dinero, cuando deberíamos pensar en sembrar y cosechar nuestros alimentos: arroz, frijoles, maíz, frutas, legumbres, vegetales… a nuestros campesinos, esos que nos dan de comer, no les interesa que se importen cien Mercedes Benz, que se importen blusas y faldas de ¢250.000 cada una, que se importen abrigos de un ¢1 millón, les importa los insumos baratos y eficientes, les importa que les compren su cosecha, les importa que los más beneficiados no sean los intermediarios. Nosotros deberíamos  pensar más en nosotros que en los que se llevan nuestro dinero, nuestro pudor…

Costa Rica ha sido un país singular, es decir, diferente a un montón de otros países, por la astucia y gestión que hicieron nuestros próceres: José Figueres Ferrer, Manuel Mora, Rafael Ángel Calderón Guardia, Pancha Carrasco, Adela Ferreto, Carmen Lyra, Luisa González y Yolanda Oreamuno, entre otros.

Costa Rica no es una isla, y no estoy sugiriendo eso con las líneas anteriores. Pero tampoco podemos caer en el éxtasis del consumismo, en el movimiento hacia las clases más poderosas de nuestro país, para beneficiarlas más de lo que ya están. Más bien, soy de la idea que debemos movernos hacia un Estado más solidario. No es lo mismo llenar de impuestos a unas señoras que hacen artesanía y agricultura limpia en La Zona de Los Santos, que ponerle impuestos a la cadena Walmart, Almacenes Simán, etc.

Piénselo doña Laura, los seres trascendentes como usted, trascienden como tiranos, miserables, vencedores, o benefactores. De alguna de esas formas la recordará su pueblo. Piénselo…

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