Escenario # 1
El » plácido » cobijo de la neosocialdemocracia del PLN. Las principales «dolencias» del PLN no son de carácter estrictamente ideológico, son de identidad, liderazgo y decencia. Don Johnny ha flaqueado en esos tres ámbitos. Exhala ligereza intelectual. Su liderazgo más que real es coyuntural. El bono antipobreza es un adefesio populista, otra bofetada al rostro de los más desposeídos. Sus votos vienen de los figueristas recalcitrantes de antaño y de aquellos que ven en un potencial cambio el fin del «Estado» de confort actual.
Escenario # 2
Al amparo de un «converso». Ahora bajo la mampara del líder fundacional del PAC, don Luis Guillermo Solís es en esta contienda −gramo a gramo− el mejor candidato. Tiene la solvencia, la credibilidad y el temple de un estadista. Aunque dejó su «ombligo» político en el PLN, sus ideas de un megaestado controlador, centralista y omnímodo perturban a los liberales más sensatos. La destemplanza del PAC en las magistraturas previas genera dudas, acerca de su capacidad para «formar gobierno».
Escenario # 3
Un libertario venido de «las pasarelas». Con el garbo de un «catrín» de aquel Hollywood de los años sesenta, con el cabello cano de tres campañas previas, un Guevara «más maduro» vilipendia semana a semana los principios libertarios «que incomodan» a los electores. De nuevo tiene opciones reales de satisfacer su narciso ego. Sus ideas de «adelgazar» al Estado, «abonar» el tejido empresarial y potenciar las PYMES (emprendimientos), son sin duda seductoras, pero ¿hasta dónde cederá la «rígida» Costa Rica…?
Escenario # 4
El «cometa» en la ventisca electoral. Con su peso «pluma» y sus ojos al «borde de las órbitas» ha tenido la valentía de atrincherarse frente a sus curtidos adversarios. Su ideario político defenestrado «por el comején» y con olor a «naftalina» ha tenido que contemporizarse bajo la presión de las encuestas. Tiene dentro de sus filas a algunas «personalidades» que parecen salidas del clásico literario: «El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hide». Aunque ha cautivado a los electores mas desencantados, su apolillado partido y su «insensatez» ideológica le han generado obstáculos infranqueables. Los demás aspirantes lucen sin opciones reales de triunfar.
En resumen, hay un excelente candidato, ideológicamente «regresista», que pertenece a un partido sin cuerpo ni alma…