Desde años atrás, se ha discutido en foros académicos regionales y nacionales sobre el profesional que necesita la actividad turística, con ventajas académicas y competitivas. Algunos colegios universitarios y universidades están formando estudiantes en especialidades en turismo, que parece no estar “encajando” o no satisfacen los requerimientos que los empresarios turísticos exigen, aun existiendo un abanico de especialidades en turismo.
En la declaración de Río+20, precisa que el turismo a desarrollarse en el mundo debe ser sostenible, “un turismo bien concebido y gestionado que contribuya desde la perspectiva del Desarrollo Sostenible”, que involucre los ámbitos de “justicia social, económico y ambiental, generando una estrecha relación con los demás sectores interrelacionados y que permitan el encadenamiento integral de todos los que participan y contribuyen en la actividades turísticas, generando empleos decentes y oportunidades comerciales”.De otro modo, se busca un profesional sensible a su entorno, que permita crear conciencia ambiental en los visitantes y locales para la conservación y protección, respetando todas las formas de vida existentes, los ecosistemas, la diversidad cultural, comunidades pobres e indígenas, mejorando la calidad de vida de las comunidades locales con sus pequeñas y medianas economías con el potencial ecoturístico inmerso. Se ha generado una preocupación académica-empresarial, por la existencia de carreras en turismo que no satisfacen las expectativas laborales y empresariales, aun cuando las universidades imparten carreras especializadas a nivel de diplomado y bachillerato.
De ahí, se propone crear profesionales en turismo con un perfil o “entronque” general, a nivel de pregrados y luego, en postgrados prepararlos en especialidades pertinentes para el mercado laboral y efectivas para el mercado empresarial turístico del país, al igual que otras carreras con perfil general en el bachillerato o la licenciatura y luego, cada estudiante decide la especialización requerida por el mercado laboral. De ahí, la importancia de brindarle al estudiante para matricularse en un perfil común o general en la carrera de turismo, para que luego la universidad le ofrezca especialidades atractivas a nivel de licenciaturas o maestrías, requeridas en turismo como Gestión o planificación turística, certificaciones y auditorías ambientales a empresas turísticas, mercadotecnia, turismo rural, marino, hospedaje y gastronomía, o ecoturismo.
Por tanto, es una propuesta viable y sostenible en el tiempo, plasmada en un plan de estudio, donde se invita a promover una reforma curricular integral y holística y tan necesaria para el país.