Como coordinador de la Comisión Ambiental Bananera, por este medio me permito responder a la nota publicada en el Semanario Universidad, el 23 de enero del 2013 en la página 3 de la sección País “Niños en plantaciones de Talamanca tienen altos niveles de agroquímicos en su orina”.
Como Industria Bananera se considera que la información publicada contiene imprecisiones, por lo cual se solicita derecho de respuesta tomando en cuenta los siguientes aspectos:
– El sector bananero participó en su momento en una Comisión Oficial creada por el Ministerio de Salud para darle seguimiento al estudio mencionado.
– Las fincas bananeras han creado zonas de amortiguamiento (áreas libres de cultivo) entre las fincas y escuelas, viviendas y ríos.
– Se monitorean periódicamente los plaguicidas presentes en cuerpos de agua, por parte de laboratorios externos con pruebas acreditadas.
– Como medida preventiva se han instalado equipos en las aeronaves utilizadas para el control de Sigatoka negra, con la última tecnología, tales como sistemas de posicionamiento geográfico, equipos con cierre electrónico de boquillas, entre otros. Todas las aplicaciones se realizan de forma precisa (en decir, solamente en las áreas pre-definidas), bajo el concepto de Buenas Prácticas Agrícolas.
– Las fincas colocaron rótulos en forma preventiva indicando que es prohibido el ingreso a la plantación en el momento de aplicación de plaguicidas.
– Como política del sector, se acordó que es no es permitido el ingreso de menores de edad y personal ajeno a las fincas bananeras.
– Como sector agrícola de exportación, se utilizan plaguicidas de muy baja toxicidad, autorizados en Costa Rica para el cultivo y con tolerancias por los mercados receptores de la fruta, como Estados Unidos y aprobados por la EPA así como en Europa por el CODEX.
– Se han desarrollado investigaciones para sustituir el uso de clorpirifos, como resultado, hoy día un 50% del área bananera utilizan fundas sin este producto que menciona el estudio. Hoy día, están en desarrollo nuevas alternativas al clorpirifos, las cuales serán implementadas en el mediano plazo.
– En Corbana, se tiene consciencia de la necesidad de tener una producción sostenible, por lo cual estableció un laboratorio para la realización de investigaciones en control biológico.
– Las fincas bananeras producen bajo esquemas de Buenas Prácticas Agrícolas, las cuales son auditadas y certificadas, lo cual no es nuevo, sino un proceso iniciado en el año 1992 a partir del Compromiso Ambiental Bananero, y el cual hemos cumplido como industria y constantemente lo hemos renovado y profundizado, incluyendo temas sociales.
La industria bananera está consciente que debe continuar los esfuerzos por producir ambiental y socialmente en forma sostenible como uno de los elementos de competitividad en los mercados internacionales y por el bien de los trabajadores bananeros y sus familias, quienes son los que permiten que nuestro banano sea el número en calidad en el mundo.