Desde la gestación del Código de Trabajo (C.T), se previó que todo trabajador sea público o privado debe regirse por algunos principios dentro de toda relación laboral, que son básicos para mantener la armonía obrero patronal, entre los más comunes están la buena fe, lealtad, comunicación oportuna, diligencia, previsión y otros propios que sean consustanciales al desempeño de la labor.
En caso de no cumplirse con los mismos, puede -en el peor de los casos- conllevar a un despido (carta o certificado de despido, art. 35 C.T) justificado sin el pago del preaviso y auxilio de cesantía.