Disparates transgénicos de un tecnoentusiasta del TEC

Sigo refiriéndome a otros disparates y falacias mencionados en el programa radial Desayunos de Radio Universidad

Sigo refiriéndome a otros disparates y falacias mencionados en el programa radial Desayunos de Radio Universidad del 12/6/15, donde sin contraparte alguna y siendo un tema de debate, Constantino Urcuyo y Ronulfo Jiménez, entrevistaron al Sr. Geovanni Garro, un tecnoentusiasta de los cultivos transgénicos (goo.gl/kT7M3y).

Imprecisión e “(i)lógica” académica: Garro afirma que las técnicas de manipulación genética moderna tienen “unos 20 o 30 años desde que se inventaron”. ¿Qué clase de precisión “académica” y “científica” es esta? ¿Será la misma con la que hacen las manipulaciones genéticas en los laboratorios obviando reconocer sus serias limitaciones? (goo.gl/4llkMi).

Por otra parte, Garro asevera que estas técnicas consisten en “prácticamente hacer una copia de lo que sucede en la naturaleza”. Esta afirmación no es más que una burda falacia, ya que la naturaleza no realiza –ni suele aceptar− este tipo de transgresiones genéticas forzadas e imprecisas, que constituyen una suerte de acto de abierta violación a la integridad genética de las especies.

En la “lógica académica” y reduccionista de Garro, los manipuladores genéticos tienen vía libre para movilizar el material genético de diferentes organismos a su antojo, dado que, según Garro, “en la naturaleza estos genes se transfieren entre organismos”. ¡Vaya absurdo! Por alguna razón la naturaleza ha establecido sus límites en esta materia. Igualmente imprecisa y notoria fue su equivocación al decir que al tiquizque (Xanthosoma spp.) se le conoce “a nivel internacional” como “papa dulce”, que es el nombre común que se da en otros países a nuestro camote (Ipomoea batatas).

Estos intentos de manipulación e imprecisiones “académicas” son a todas luces inaceptables y preocupantes, y no deben pasarse por alto bajo ninguna circunstancia, y menos aún si provienen de un profesor de una universidad estatal como el TEC, y se difunden unilateralmente en un programa radial de opinión de nuestra Universidad.

Megafalacias transgénicas: Garro afirma que: “Todos los cultivos que se tienen actualmente se han generado en laboratorio”, lo cual es, a todas luces, una megafalacia y un insulto a la inteligencia de los oyentes del programa, y en especial a la de los sabios y esforzados agricultores. ¿A quién pretende engañar con este tipo de afirmaciones sin sentido?

De igual manera, Garro dijo que la empresa privada empezó a trabajar “en resistencia de plagas, a insecticidas, a herbicidas, plaguicidas”, exhibiendo así su desconocimiento en este tema, dado que no tiene sentido hacer cultivos resistentes a insecticidas, así como tampoco mencionar el término plaguicidas en este contexto.

Fracaso rotundo: después de poco más de 20 años de estar en el mercado, el 99% del área cultivada con transgénicos tiene solo dos características: resistencia a herbicidas (principalmente al cuestionado glifosato, clasificado recientemente por la Organización Mundial de la Salud como “probablemente cancerígeno” (goo.gl/Dnvmp4), y a larvas de mariposas y escarabajos, haciendo que las plantas produzcan su propio insecticida durante las 24 horas del día. Sin embargo, estas características se pierden con el tiempo, cuando –por presión selectiva− las malezas y las larvas se vuelven resistentes (goo.gl/ZSSsvy, goo.gl/RNzTc2), lo cual obliga a aumentar el número y las dosis de agrotóxicos sobre los cultivos (goo.gl/4Aa9Y2), con impactos negativos socioeconómicos (goo.gl/6wUJf5), a la salud (goo.gl/qscsF1), y al ambiente (goo.gl/CIIVXC).

Como resultado de lo anterior la mayor parte de los países del mundo (172) se resisten a cultivar transgénicos, a la vez que aumenta significativamente el número de agricultores y consumidores informados que se oponen a estos cultivos.

En próximos artículos me referiré a otros temas tratados en esta entrevista.

[delipress_optin id="134623"]

0 comments

Otros Artículos

Cuarenta y cinco años no se saltan ni con garrocha, máxime que no solo el embajador estadounidense Curtin Winsor sentenció a muerte a UNIVERSIDAD

La Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia declaró sin lugar la demanda por un supuesto acoso laboral presentada por la funcionaria Sonia Salazar

Semanario Universidad