A continuación me referiré a otros tantos disparates y falacias mencionados en el programa radial Desayunos de Radio Universidad del 12/6/15, donde sin contraparte alguna y siendo un tema de debate, Constantino Urcuyo y Ronulfo Jiménez, entrevistaron al Sr. Geovanni Garro, un tecnoentusiasta de los cultivos transgénicos (goo.gl/kT7M3y).
Confusiones e ignorancia transgénicas: cuando Garro afirma que los agricultores orgánicos asperjan una solución bacteriana con Bacillus thuringiensis (Bt) “sobre los cultivos para darle resistencia a muchos patógenos”, no sabe de lo que está hablando, ya que desconoce la diferencia básica entre patógenos y las larvas de insectos plaga que los agricultores desean controlar con las toxinas producidas por estas bacterias.
De igual manera, Garro ignora la diferencia entre aplicar ocasional y puntualmente este insecticida, como lo hacen los agricultores que no utilizan cultivos transgénicos (y solo cuando realmente es necesario), y tener plantas produciendo toxinas dentro de sus organismos las 24 horas del día durante todo el desarrollo del cultivo, dejando sus residuos tóxicos en el suelo, los rastrojos y en nuestros alimentos.
Además, Garro pareciera no saber (o no querer reconocer) que la supuesta alta especificidad e inocuidad que se pensó originalmente que tenían estas toxinas han sido desmentidas por diversos estudios científicos que demuestran sus efectos tóxicos en controladores biológicos benéficos (goo.gl/GWe2nm), en organismos acuáticos (goo.gl/xJxlmJ), reduciendo la eficiencia del forrajeo de las abejas de miel (goo.gl/062vQd), y hasta en seres humanos (goo.gl/pgWLKg, goo.gl/mvs3ei), de manera que su afirmación de que no hay ningún problema para la salud, el ambiente y los animales, no tiene asidero científico. Por lo dicho en esta entrevista, queda claro también que Garro ignora las diferencias estructurales y funcionales existentes entre las toxinas de Bt producidas en forma natural y las originadas por las plantas transgénicas (goo.gl/s6w3Yo).
Omisiones transgénicas: Garro afirma que en las cosechas de maíz transgénico los problemas de aflatoxinas “son mínimos”, callando la evidencia existente que relaciona el uso del herbicida glifosato (utilizado en los cultivos de maíz transgénico) con la mayor presencia del hongo que produce estas toxinas (goo.gl/VhO9I2). En este mismo tema Garro omite darnos a conocer la existencia de métodos alternativos para el combate de este problema, como la utilización de líneas de maíz resistentes a la aparición de este hongo, así como de Aflasafe®, un producto que contiene un controlador biológico de Aspergillus flavus, el hongo que produce estas temidas toxinas (goo.gl/KwJxwe, goo.gl/ZPlhDi).
Abejas y transgénicos: a la consulta de una radioyente sobre efectos negativos de los cultivos transgénicos en las abejas melíferas, sin empacho alguno Garro asegura que en nuestro país “no ha habido ningún problema con eso”, cuando en realidad no se han realizado estudios al respecto. Acto seguido hace mención a la contaminación de la miel con el polen de las plantas transgénicas, y se contradice torpemente cuando afirma de manera cantinflesca que: “Esto es muy frecuente, ¿verdad?, van en el polen; pero esto ha sido en casos muy puntuales”.
Como si fuera poco, Garro dice recordar un par de casos de contaminación sucedidos en México, pero que el asunto “duró una semana”, que se pudieron “hacer las medidas preventivas” (sin indicar cuáles fueron) y que “no hubo ningún problema”. ¡¡¡¿¿¿???!!!, lo cual –por sentido común- es imposible que una situación de esta naturaleza aconteciera en esos términos. Al respecto existen diversas publicaciones que confirman los impactos negativos que tienen los cultivos transgénicos sobre la apicultura (goo.gl/qwHjdO).
En próximos artículos me referiré a otros temas tratados en esta entrevista.
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