La UCR, tal y como lo señala el artículo 1 de su Estatuto Orgánico, “…es una institución de educación superior y cultura, autónoma constitucionalmente y democrática, constituida por una comunidad de profesores y profesoras, estudiantes, funcionarias y funcionarios administrativos, dedicada a la enseñanza, la investigación, la acción social, el estudio, la meditación, la creación artística y la difusión del conocimiento”.
Fiel a este principio, la UCR utiliza sus recursos para desarrollar tres áreas sustantivas, a saber: docencia, investigación y acción social. La realización de estas actividades cumple con lo establecido en el artículo 3 del mismo estatuto: “La Universidad de Costa Rica debe contribuir con las transformaciones que la sociedad necesita para el logro del bien común, mediante una política dirigida a la consecución de una justicia social, de equidad, del desarrollo integral, de la libertad plena y de la total independencia de nuestro pueblo”.
Dado que la UCR lleva a cabo más de dos mil proyectos de investigación y acción social, brinda servicios científicos y tecnológicos de alta complejidad, transfiere bienes a bajo costo a los sectores productivos, y contribuye a la salud pública mediante la producción de sueros antiofídicos o servicios odontológicos comunitarios, solo para nombrar algunos ejemplos, ¿cómo podemos calcular los recursos institucionales que son utilizados para el ingreso, la permanencia y la graduación de los futuros profesionales de pregrado y grado que se forman en nuestra universidad?
A todas luces, tomar el presupuesto institucional y dividirlo entre el número de estudiantes sería una metodología errónea y evidenciaría un escaso entendimiento del tema.
Es preciso mencionar que la División de Fiscalización Operativa y Evaluativa de la Contraloría General de la República solicitó a Conare, por medio de la nota DFOE-SAF-0591, información referente al costo por estudiante en las universidades estatales.
Ante esta solicitud, Conare acordó conformar una comisión con los directores financieros y de planificación de todas las universidades estatales, quienes, a su vez, conformaron un grupo de trabajo con especialistas para determinar la metodología de cálculo del costo por estudiante. Sin embargo, debido a las diferencias en la estructura de la información en cada institución, se consideró más adecuado que cada universidad desarrollara una metodología que le permitiera mostrar el dato solicitado por la Contraloría General de la República.
En la UCR, con base en la metodología concebida por este grupo de expertos, el cálculo del costo por estudiante se realiza a partir de tres grupos de gastos: directos, indirectos y gastos de depreciación.
Aplicando el modelo de cálculo desarrollado, se obtuvieron los siguientes costos por estudiante para los años 2010 al 2014:
Como puede observarse, estos datos difieren mucho de versiones que han circulado en nuestro medio en días recientes. No hay duda de que este es un tema de gran interés público y por ello amerita un análisis serio y sistemático, no especulaciones antojadizas ni afirmaciones sin orden ni concierto que pueden confundir a la ciudadanía.
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