El crecimiento de cada ser humano es una labor que se realiza de manera independiente; es por esto que se debe realizar basado en un esfuerzo constante y una decisión forjada desde lo que deseamos alcanzar en nuestra vida, esto desde el fondo de nuestro corazón para el bienestar de nosotros mismos y de las personas que nos rodean .
Hay que tener en cuenta que los seres humanos contamos con grandes e innumerables cualidades a la vez somos conocedores de cuáles son nuestras habilidades y fortalezas, así también cuáles son nuestras limitaciones; es por esto que diariamente estas se evidencian según las condiciones en las cuales nos desarrollemos.
En el caso de las labores que se desarrollan a diario en las empresas privadas o en las instituciones gubernamentales, estas permiten que cada uno de los funcionarios puedan demostrar cuáles son estas competencias y que sean tomados en cuenta para realizar trabajos con un grado de importancia que permiten el cumplimiento de los objetivos según cada instancia; sin embargo, existen otros casos en que la participación de otros colaboradores es más limitada, lo cual imposibilita que sean considerados para muchos ellos, logrando con esto ser personas invisibles en su función.
Las aspiraciones que se establezcan de manera personal y laboral alimentan el alma y construyen día a día el camino que se desea seguir, por lo que se debe edificar de manera constante con piezas que le sumen valor y resguardo a todo lo que se tenga en mente, cuidando lo que actualmente se tiene y proyectando cada uno de los días venideros según lo que forjemos en el presente.
Cada día que se viva nos da una razón para impulsar un cambio y una mejoría constante en lo que realizamos; por esto sumemos valor y esfuerzo a las labores que se realizan de manera individual, pero siempre tomando en cuenta que a través de esto crecemos de manera individual y esto nos fortalece aun más como seres humanos.
Compartamos conocimientos, seamos impulsores de grandes ideas que transciendan más allá de lo que tengamos establecido, los límites nosotros mismos los edificamos; no existe mejor momento para realizar las cosas que el instante en el cual encontramos una razón para generar un cambio visible y que traiga mejora a la organización o institución en la cual se labora.
Es importante tomar en cuenta cuáles son las oportunidades que se nos brindan para crecer de manera constante en nuestro lugar de trabajo, estudio o de recreo, pero aun más importante que esto es el crecer de manera individual, fortaleciendo los conocimientos y habilidades que cada uno tiene para el crecimiento propio.
El valor existencial de cada ser humano está en cada paso que pueda dar de manera propia, dado que con esto puede verse cumplida su razón de ser y el resultado de su esfuerzo propio; sin embargo, es necesario que podamos ser agradecidos con aquellas personas que extienden su mano para poder ayudar a cumplir esos sueños de una manera transparente, con una verdadera calidad humana; esto es un aspecto ejemplar de muy pocas personas, pero que todavía existe.
Considerando lo anterior, es necesario construir las bases de nuestras vidas sobre pilares sólidos, siendo en todo momento conocedores de cuál es el objetivo que se desea alcanzar pero sin dejar el valor propio y los principios que enaltecen el alma de todo ser humano, es preciso valorar a todas aquellas personas que nos rodean y generar las oportunidades a otros para que crezcan y construyan una mejor calidad de vida, abrir caminos los cuales puedan ser tomados y compartidos por muchos, pero buscar las razones que puedan permitirles a muchos de manera propia a la vez que pueda hacerlos visibles al permitir que otros lo hagan a mi alrededor y con mi ayuda, crecer al sentirme parte de otros… no a través de otros.
Somos impulsores de grandes seres humanos… somos razones vitales para crecer al lado de ellos… como grandes gestores de cambios visibles, esto nos permitirá haber cumplido nuestra tarea en la vida.
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