Dos ponencias presentadas en la primera parte de este VII Congreso Universitario, ambas aprobadas para pasar a la Plenaria, dan cuenta del fin del modelo de comisiones compartidas. Proponen, para la formación del profesorado en educación secundaria, vías distintas, aunque podrían no ser excluyentes.
La primera, presentada por profesoras y profesores de la Escuela de Formación Docente, apela a las razones administrativas y de gestión que efectivamente existen. Textualmente indica que… “Actualmente las carreras de educación secundaria se administran bajo la modalidad de Comisiones de la Carrera de la Enseñanza… (Comisiones Compartidas) de acuerdo con la Resolución VD-R-8873-2012, modelo cuestionado especialmente en los últimos cuatro años, dado que es poco ágil para realizar las gestiones curriculares y administrativas que demandan las carreras, tales como cambios e innovaciones que se requieren en la formación. La modificación de los planes de estudios o creación de nuevos se entraba debido a la tramitología que se debe seguir en el momento actual, donde dichos iniciativas de mejora requieren la aprobación de varias Unidades Académicas. Desde esta perspectiva es difícil mantener un enfoque integral y articulado, eso ha quedado evidente en los actuales procesos de autoevaluación en que se encuentran cuatro carreras…”. Por tanto, propone: ”Derogar la Resolución VD-R-8873-2012 Comisiones de las Carreras de la Enseñanza de Bachillerato y Licenciatura en la Enseñanza de…. Realizar la gestión curricular y administrativa de las carreras de educación secundaria desde la Escuela de Formación Docente…”.
La segunda, presentada por profesoras del Departamento de Educación Matemática de la Escuela de Matemática, se fundamenta tanto en aspectos administrativos, como históricos y conceptuales. Desde la perspectiva administrativa e histórica, se señala que: “Las evidencias constatan una falta de acción universitaria planificada, la cual data desde los años ochenta hasta la actualidad; además, se continúa insistiendo en aplicar acciones repetitivas y denunciadas, desde hace varias décadas, las cuales han sido insuficientes para solucionar el problema de ineficacia e inoperancia de las carreras “Enseñanza de …”. Desde la óptica conceptual se evidencia la necesidad de avanzar hacia la definición de la Educación Matemática o la Educación Musical como áreas del saber en sí mismas, y no como una yuxtaposición de disciplinas como se hace en la actualidad. Esto conllevaría el reconocimiento de un objeto de estudio particular, con su propia didáctica para ser aprendido. En esta lógica, se propone eliminar el concepto de carreras administradas por comisiones compartidas, y en su lugar: “Crear departamentos responsables de las áreas de conocimiento emergentes (Educación Musical, Educación Matemática, etc.) en las Escuelas que imparten la formación científica y artística (Matemática, Biología, Física, Historia, Filología, Artes Musicales, Bellas Artes, Filosofía, etc.), a fin de que asuman la formación de profesores para educación secundaria; siendo estos responsables de lo siguiente: (1) la propuesta y ejecución de planes de estudio relacionados con la formación de profesionales especialistas en estas áreas, (2) la investigación en el área, como vía para el desarrollo de la disciplina y la producción de conocimiento y (3) la acción social, como proyección del conocimiento para solventar necesidades”.
La Plenaria del VII Congreso que analizará las propuestas, deberá coincidir con los y las proponentes de ambas, en que el modelo de carreras administradas por comisiones compartidas para la formación docente está agotado hace mucho tiempo. Tiene esta Plenaria, varios caminos para mirar hacia el futuro: aceptar una de las propuestas; aceptarlas ambas; ofrecer una vía alternativa.
Sobre todo, es necesario aprovechar la coyuntura para dejar de procrastinar (apelando a normativas y nombrando más comisiones) en un tema tan estratégico como lo es una sólida formación de docentes pertinente a las realidades del país y del mundo, en los tiempos que corren. Es hora de saldar la deuda que, en materia de la formación de calidad de profesores de secundaria, la UCR tiene con Costa Rica.