Hace pocos días la Asamblea Legislativa dio permiso de ingreso a territorio nacional a tropas estadounidenses, con el supuesto fin de combatir el narcotráfico. Este hecho despertó mi curiosidad tanto por lo grave para la soberanía, así como por la forma en que ha sido tratado por la mayoría de los medios de comunicación, al publicarlo como una simple noticia, algo normal y no con la seriedad que amerita; me hizo recordar lo vivido por el pueblo costarricense en la década de los 80, durante la cual en la zona norte del país se asentaban “los contras” grupo armado financiado por los Estados Unidos, con el fin de desestabilizar al gobierno nicaragüense, librándose una verdadera guerra que afectó a la población de la zona; lo anterior no fue tratado como se debía en su momento por los medios, que desinformaban a la población en general, ocultando lo que verdaderamente estaba pasando, crímenes de los contras hacia costarricenses.
En la década mencionada se buscó manipular al pueblo, tratando de ponerlo en contra de los nicaragüenses y así justificar la intervención de los Estados Unidos como defensora de la pequeña, democrática y sin ejército Costa Rica. Similar situación se ha vivido en los últimos años, cuando tratan de hacerle creer al pueblo que el narcotráfico se va erradicar con la detención de unas personas en unas cuantas lanchas que transportan kilos de droga o deteniendo a los vendedores en los barrios, cuando estas personas solo venden sus servicios a otras más involucradas en el negocio, comen de las manzanas del narco, para llevar dinero extra a sus hogares y tratar de tener una mejor calidad de vida, de forma ilegal cierto no trato de justificarlos sino de exponer que existen personas en el narco que misteriosamente no están siendo perseguidas de igual forma, encontrándose allí una raíz del inconveniente de las drogas, y también la existencia de un problema de social como la pobreza que no se ha manejado debidamente por los últimos gobiernos. La drogadicción es una manifestación de que las personas se ven afectadas por el sistema dominante y no encuentran ayuda en él para resolver sus problemas, cayendo en la tentación del narco y sus manzanas; sin una intervención debida por parte del Estado que se ha limitado su accionar social, por las políticas neoliberales implementadas.
Quieren hacer creer al pueblo que trayendo marines se va eliminar el narco, cuando la verdadera consecuencia va ser que éste se va armar también, provocando serios enfrentamientos como los vividos en otras partes del mundo en donde sea militarizado la guerra contra las drogas. Otra vez de nada sirve la experiencia ajena, para evitar el sufrimiento propio, lo anterior se relaciona con las políticas liberales aplicadas en países latinoamericanos, que volvieron después de crisis severas, a un Estado que intervenga en la economía, pero en Costa Rica sucede lo contrario nos abrimos al mercado, con un futuro ya conocido por otros que siguieron el mismo camino. ¿Casualidad o correlación? Que Costa Rica y Panamá formen parte de la lista de los países donde más se lava dinero, y también formen parte de los países con más políticas de libre mercado. Lo dudo. Es ahí donde se encuentra otra de las raíces del problema, en el lavado de dinero que es más fácil de hacer entre menos trabas imponga el Estado, que casualmente es el fin del neoliberalismo.
Es atacando las raíces del problema con se puede resolver. A través de eficaces políticas sociales que ayuden a los más necesitados no solo dando plata sino enseñando a usarla debidamente, lo que disminuiría la pobreza y por consecuente las personas que necesiten vender sus servicios al narco. Y por supuesto, combatiendo el lavado de dinero, que es una manzana de la cual pueden comer muchos para financiar sus proyectos, esto mientras no exista una verdadera política que intente eliminarlo.
Nos es con más armas que se combate el narcotráfico, es con más voluntad por parte de nuestro gobernantes ha erradicarlo de raíz. Si legitimación es la aceptación del pueblo hacia los gobernantes y sus políticas, está en nosotros no legitimar una decisión nefasta para en futuro y la soberanía de nuestra querida Costa Rica, como la de permitir el ingreso de un ejército tan poderoso y salvaje como el estadounidense.