La igualdad ha sido desde tiempos inmemoriales una de las máximas aspiraciones humanas lamentablemente irrealizadas y a pesar de que la historia está repleta de discriminaciones sociales imborrables por razones de raza, credo o nacionalidad, no se puede negar que aún hoy, sobre todo en países en vías de desarrollo como el nuestro, las personas con discapacidad han sido y siguen siendo objeto de las más odiosos tratos desiguales.
La falta de oportunidades de empleo y de educación, la presencia de obstáculos y barreras arquitectónicas en calles, plazas e instituciones, la ausencia de sensibilización y la apatía hacia personas con capacidades físicas, sensoriales e intelectuales diferentes, han reinado campantes.
Pero algo está cambiando en el mundo y así lo demuestra el hecho de que la primera convención internacional de derechos humanos de este nuevo siglo sea dedicada a proteger y exaltar la equidad de esa población. Algo también cambió en Costa Rica y queda claro del cúmulo de leyes, decretos y directrices que emanan de la administración pública, que pretenden regular y organizar una vida social que tome en cuenta sus necesidades especiales.
Una nueva guerra se viene librando silenciosamente, sin plomos ni estridencia, una batalla sin cuarteles ni soldados, en la que, los actores principales, los que decidieron empuñar las armas, son los propios desiguales…. es decir, las propias personas con discapacidad, sus familiares que la viven y sienten a diario, y un listado gigante de organizaciones civiles que no han demorado en demandar los principios jurídicos contenidos en numerosos instrumentos jurídicos y convertirlos en realidad.
Tal es el caso concreto del Partido PASE que nació a la vida jurídica como un movimiento electoral que directa y concretamente prometió luchar por fortalecer, promover, proteger y legislar sobre las necesidades de las personas con discapacidad y el adulto mayor.
A través de su representante en la Asamblea Legislativa, el diputado no vidente Oscar López, el partido PASE se ha constituido en un importante agente de ese cambio. Además de convertir en ley de la República la Convención Internacional de Derechos de las Personas con Discapacidad, ha generado legislación para financiar permanentemente y por más de cien millones de colones anuales a los competidores de Olimpiadas Especiales, o para que el servicio de fotocopiado y escaneado que brindan las instituciones públicas, sean concesionados a organizaciones de personas con discapacidad, o para que en las cuotas de contratación del empleo público, exista oferta disponible de hasta un cinco por ciento para esta población.
El diputado Oscar López ha sido uno de los diputados más activos y propositivos de esta Asamblea Legislativa. Con más de ciento diez proyectos de ley, sería imposible enumerar cuan profundo pretende calar, el clamor de igualdad, que a través de su voz se manifiesta en el congreso. Solo como ejemplo basta mencionar el Código de la Persona Adulta Mayor, la ley de incapacidad indirecta a madres con niños graves o relativamente graves, o iniciativas tendientes a resguardar a la clase media trabajadora del país como la ley de jubilación anticipada. Además de una extensa labor extraparlamentaria que incluye la presentación de más de 100 recursos de amparo para hacer valer el alcance de la Ley 7600, al menos una treintena de acciones de inconstitucionalidad, y más de quince Ferias Nacionales de Artesanos con Capacidades Diferentes que se han convertido en el sustento digno e independiente de cerca de 50 familias de artesanos con discapacidad.
Cada 3 de diciembre se celebra el día internacional de la discapacidad en el mundo entero y en Costa Rica no será la excepción, solo que ésta vez hay muchos motivos para celebrar, por lo que el partido PASE saluda a toda la población con discapacidad del país y renueva su compromiso de seguir luchando con afán por la igualdad real y un país inclusivo.
