Este bendito país en que me ha tocado nacer, pareciera ser el de los ciegos, pero tampoco hay tuertos para que haya un rey.
Se dan unas cosas que el Sol posiblemente para su ruta y se ríe de nosotros. ¿Cómo hablan de “Tránsito” si el fundamento de este no ha sido estudiado, mirado y ni siquiera pensado? Posiblemente seamos los peores conductores del mundo, porque la escuela que hemos tenido es apoteósicamente absurda: para muestra una botonera: Doble Raya Amarilla: sería caótico no transgredirla, ya que si no lo hago tendría que conducir kilómetros para regresar correctamente por el carril contrario.
O sea, no tenemos la infraestructura vial adecuada para que funcione: con una espuela a los 50 m. y un semáforo que nos indique “Virar En U”. En síntesis, todo el mundo se la brinca y no puede haber asidero legal para impedirlo. Igual con los cordones de caño en todo el país pintados de Amarillo. ¿Para qué? Si en todos los pueblos y ciudades del país se estaciona uno campante y sonantemente.
Dentro de la capital, alrededores y en cuanto rincón del país uno “conduzca”, cada tanto encuentra uno obstáculos a un lado o al otro o en ambos lados de la vía, vehículos descargando, conductores conversando, un vehículo “varado”, reparaciones que debían hacerse de noche traban totalmente la única vía de acceso, porque no hay otra, esto en horas pico sin “inspectores que regulen el Tránsito”. ¿Cuántas calles capitalinas y de todo el país carecen de una demarcación que se vea? Anda uno a tientas y caen muertos a un lado y al otro o va a parar uno al zanjón o al otro mundo; si a este desastre le agregamos la lluvia, que pareciera que por ser ciegos no la ven, menos ve uno por donde diablos anda, sea calle o “pista”, como yendo hacia San Ramón. De pronto un “taxista” para en la puritica esquina, diz que para esperar un cliente que viene a los 30m. Y de otro pronto pasa un vehículo volando en luz roja y el “Inspector” está en Ave.10 y calle 4ta haciendo infracciones por haber ingresado a la ciudad con el número de placa incorrecto, en la ave 10, taponando el flujo en el peor lugar. ¿Cuál “Tránsito”,cuáles leyes? Transitar paralelo al muro negro que divide una autopista de noche y lloviendo o no, es un peligro inminente, simplemente no se ve. En nuestro clima y oscuridad eso debería estar señalizado con ojos de gato, pero el gato tiene que ser uno…Traigan técnicos en Tránsito que sepan lo que hacen, porque aquí esto es una charlatanería y una burla del Estado hacia los conductores y también a los peatones que son víctimas constantes de nuestro desmadre vial.
Ahora hasta la Sala IV está “dando palos de ciego”, por falta de una lógica congruente y con un simple sentido común.
Con taxistas y piratas estacionados donde más estorban, sea en centros comerciales, curvas o en media calle, con las puertas abiertas hacia la calle. No se pueden hacer leyes para un desastre. Ordenen primero, estudien primero, piensen primero, porque así van a desencadenar un desastre peor.