Importante, inspirador, sugerente y retador, son algunos de los calificativos que merece el 7mo Foro Urbano Mundial realizado recientemente en la ciudad de Medellín, Colombia; una conferencia mundial que convoca a ONU-Hábitat para examinar los retos que enfrenta el mundo en relación con los asentamientos humanos.
El eje central de este encuentro fue “Equidad Urbana en el Desarrollo-Ciudades para la Vida”, y a partir de este se derivaron importantes conclusiones y lecciones para tomar en cuenta en el futuro inmediato:- Los contrastes entre la miseria y la opulencia son el resultado de la ineficiencia o ausencia de leyes para la planeación urbana. La reducción en la brecha de la desigualdad en las ciudades puede minimizarse, con leyes que delimiten los espacios públicos de los edificables.
- Las ciudades que no se han planeado bien evidencian carencia de eficiente transporte público, de áreas recreativas, de vivienda adecuada, y son los segmentos más pobres de la sociedad las víctimas de la inadecuada o inexistente planificación urbana (Joseph Stiglitz. Premio Nobel de Economía 2001).
- El alquiler es un componente vital del sistema de vivienda en América Latina y el Caribe, donde uno de cada cinco hogares renta su vivienda y en las áreas urbanas se estima que un 40% de las familias, aún de escasos recursos, son inquilinos (Libro “Se busca vivienda en alquiler” presentado por el BID).
- Costa Rica, Ecuador, Colombia y República Dominicana encabezan la lista de los países menos exitosos en equidad urbana. Sobre estos países, señaló: “el índice de concentración del ingreso es sumamente elevado. Una sociedad no puede ser equitativa si grandes sectores de la población se ven privados de sus necesidades básicas, mientras otros viven en la opulencia” (Investigación de “ONU-Hábitat”, expuesta por Eduardo López, director de investigaciones de este órgano).
- La educación sigue siendo la base de los procesos de equidad y cambio social. Por cada peso que un país invierte en educación de un niño o niña, recibirá entre 10 a 15 veces ese valor (según el Banco Mundial).
- Las mujeres y las niñas a menudo se benefician menos de la urbanización que los hombres y niños, debido a la persistencia de la desigualdad de género y la discriminación en muchos entornos urbanos. La mayoría de las mujeres jóvenes en asentamientos precarios tienden a tener hijos a edades más tempranas que sus pares que no viven en estas zonas (Asamblea de igualdad de género y equidad urbana).
- En 20 años, las urbes en América Latina tendrán 100 millones más de habitantes. Uno de los principales obstáculos en América Latina para frenar el crecimiento sin planificación de las ciudades y asentamientos precarios, es el alto costo del suelo urbano y las cuantiosas inversiones en infraestructura de saneamiento básico y transporte, que implica que las ciudades vayan a la gente y no lo contrario, como ha ocurrido hasta ahora.
Costa Rica no se aleja precisamente de esta realidad, ya que tiene crecientes asentamientos informales. Datos del 2012 registran un total de 40.659 viviendas en 380 precarios en todo el país, y solo en San José se ubica la mitad de estos. Además, se estima que en el país al menos 224.000 viviendas se encuentran en mal estado y requieren con urgencia reparaciones diversas.
Si bien tenemos un importante aporte del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda (SFNV), parece conveniente hacer una revisión exhaustiva con miras a mejorar los programas de vivienda, regularizar adecuadamente, dar los servicios públicos imprescindibles para una vivienda adecuada y también, generar los planes de reubicación para quienes viven en áreas de mayor riesgo.
Como país y sociedad, uno de nuestros grandes retos es hacer que nuestras ciudades crezcan de manera sostenida y equilibrada con el ambiente y su población, estrechando las brechas sociales que excluyen y aplastan a los menos favorecidos y que, a la larga, se traducen en los grandes desencuentros sociales que día a día incrementan la violencia.
Ante un nuevo gobierno, el reto se convierte en oportunidad; oportunidad para generar modelos que propicien equidad al interior de la ciudad, para que sus habitantes puedan desarrollar plenamente sus cualidades y cerremos distancias entre ricos y pobres, opulencia y carencia, tugurios y mansiones, porque indistintamente de donde vivamos, ¡todas y todos somos vecinos!
* Directora ejecutiva Hábitat para la Humanidad-Costa Rica