Estado busca ordenar el mar y su uso (Segunda parte)

En el artículo del Semanario UNIVERSIDAD titulado “Estado avaló la pesca del tiburón martillo a invasores de isla del Coco

En el artículo del Semanario UNIVERSIDAD titulado “Estado avaló la pesca del tiburón martillo a invasores de isla del Coco” (Edición 2079 del 25 de marzo), que empezamos a comentar en un primer artículo, se sugiere que hubo un aval por parte del Estado a conductas ilegales de invasores en la isla del Coco y autorización de sus acciones, cuando ello no corresponde a la realidad, ni se desprende de la misma información.

Deben diferenciarse las acciones entre el avistamiento de los barcos, como consta en los documentos de los guardaparques, y posibles labores de pesca en esos lugares. No puede concluirse que el avistamiento implica que ellos pescaron en esos lugares y debe de haber pruebas contundentes para poder acusar.

El artículo dice: no podemos “las autoridades nacionales actuar ante un supuesto o una posibilidad, sino ante hechos corroborados o sentencias de los tribunales competentes, como lo exige el Estado de Derecho”. Menciona, además, que Incopesca carece de facultades para tomar medidas con esta información, pues carece de autoridad policial. Se sugiere que la institución elude la responsabilidad, pero no eludí una responsabilidad que no corresponde a Incopesca. Como insistí al periodista, hemos actuado conforme a la ley. No podemos partir de supuestos, sino de hechos corroborados.

Tampoco nos corresponde arrogarnos funciones que no nos competen. La Ley de Pesca y Acuicultura No 8346 dice en su artículo 9 que la vigilancia de la pesca en las áreas silvestres protegidas corresponde al Minae y, en consecuencia, al Sinac; además, que en los casos en que se requiera que una embarcación permanezca o transite en áreas marinas protegidas, por razones fortuitas, deberá solicitar autorización a ese Ministerio. Es necesario aclarar que si no hay un fallo judicial, una sentencia de los tribunales competentes, Incopesca no puede proceder con ninguna acción administrativa, mientras no se dicten medidas cautelares que corresponden a otras entidades.

El título de la entrevista “Pesca de tiburón martillo es de interés científico” luce fuera de contexto, con lo que se da la idea de que estoy justificando la pesca de tiburón martillo.

Si se aprecia la entrevista, puede verse que estoy respondiendo a una pregunta en la que indico que la información que se necesita responde a poblaciones pesqueras altamente migratorias. Toda pesca tiene interés científico, porque todo levantamiento de datos, sistematización, desarrollo de estadísticas pesqueras actualizadas, estado y salud de stock pesquero, o una especie de pescado a causa incidental, requiere de información que solo puede obtenerse de esta actividad. Es solo en ese sentido que debe entenderse, y aislar la declaración de ese contexto produce el sentido inexacto de que estoy avalando cualquier intento de pescar tiburón martillo.

En esa misma entrevista explico que la participación de Incopesca es valorar que, a pesar de que la pesca de tiburón martillo es incidental, se autoriza su exportación porque para los pescadores, dado su poder adquisitivo, tiene un valor significativo. Este es el centro de nuestro argumento y que, precisamente, procura equilibrar la sostenibilidad de la actividad pesquera productiva con los pilares del gobierno de combate a la pobreza, crecimiento económico con más oportunidades para todos y transparencia y combate a la corrupción.

En el caso del tema de la exportación de la aleta de tiburón, tanto Incopesca como otras entidades estatales estamos apegándonos a la legalidad y trabajamos de manera seria para garantizar no solamente la producción responsable del sector pesquero, sino el ordenamiento del mar y la protección y conservación de la “cornuda”.

Pueden estar tranquilos los costarricenses que esta administración tiene total conciencia del compromiso ambiental y la importancia de la conservación marina, pero tenemos también clara la responsabilidad de la necesidad de reducir la pobreza y apoyar a los sectores pesqueros a buscar prácticas más sostenibles y responsables en el uso de los recursos marinos.

Por Gustavo Meneses

Presidente Ejecutivo del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura
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