alma del condenado. El cuerpo, corruptible, debía ceder espacio a la salvación eterna del
alma. No había espacio para la disensión, ni para el pensamiento que contradijera el credo
religioso. Torquemada, dominico confesor de la reina Isabel, se irguió como inquisidor
aberrante del siglo XV. Prácticas de tortura impuestas por este fundamentalista religioso,
luego fueron adoptadas por militares, conquistadores y carceleros. Este fraile es símbolo de la
intransigencia.
Robespierre, miembro del comité de salvación pública, quien antes abogara por eliminar la
pena de muerte, terminó practicándola durante el régimen de terror contra aquellos que se
opusieran a la revolución. Paradoja que explica los excesos de un fundamentalismo que se
basaba en la aplicación de una justicia severa e inflexible.
Bush inventó la existencia de armas de destrucción masiva en Irak para justificar la invasión
a ese territorio. Miles de muertes por un pensamiento fundamentalista de defensa a ultranza
del sistema capitalista, necesitado de territorios para extender el poder sobre el petróleo y
otras riquezas minerales.
Stalin mató a millones de seres humanos por las armas y el hambre. Poetas hubo que
le cantaron loas a tan vil genocida. Otro fundamentalista que hizo bastante daño a la
humanidad; aún no hay acuerdo del número de víctimas de su régimen, son millones.
El fundamentalismo tiene puño de hierro, solo basta repasar la historia negra del militarismo
en América Latina. Somoza en algunas ocasiones se presentaba por la televisión con
una imagen religiosa a sus espaldas; Ríos Montt dirigió el exterminio de muchas aldeas
indígenas; en El Salvador Monseñor A. Romero y en Guatemala Monseñor J. Gerardi, fueron
víctimas del fundamentalismo económico-militar de extrema derecha.
La situación de México es consecuencia directa de un estado que ha sido tomado por el
narcotráfico y la intransigencia de los gobernantes: el asesinato de obreros de río Blanco,
1907, la muerte de obreros y estudiantes en Tlatelolco, 1968, la masacre de estudiantes
del jueves de Corpus Christi en junio de 1971 y la desaparición, tortura y muerte de 43
estudiantes en Iguala, 2014.
La intolerancia es la peor consejera, vístase esta del ropaje que se la quiera vestir. Muchos
la han arropado de religiosidad para salvar almas del fuego eterno aplicando el fuego
terrenal, otros la han vestido de defensa a la seguridad nacional para lo cual no tienen ningún
problema en arrasar poblaciones civiles enteras; otros la han compuesto de ética, de defensa
a los valores en los cuales se han comprometido personas ante un código bajo su firma ante
testigos, ante el honor, ante la patria y ante Dios (vid. Código PAC).
Quien se sospeche que no calce en ese código de ética del PAC se le arremete hasta la
saciedad: solamente parece ser ético su líder fundador, fuera de él cualquier persona pasa a
ser sospechosa y para ello él mismo les endilga descalificativos de muy grosera especie como
el de sicarios.
Los torquemadas hacen más daño del que ellos se supone quieren evitar; todo
fundamentalismo es arbitrariedad.