Qué degradante ser trabajador en las instituciones públicas como la CCSS.
Debo aclarar que debe haber sus excepciones como siempre, pero llegar al colmo de que talonarios de incapacidades se pierden, se imprimen o se copian es realmente algo inaudito, una escuela para el “trabajador” que le enseña que el Estado es un pelele, un ente para dejar de trabajar cuando me dé la gana.
¿Cuánto atraso y enredo se suscitará en la Caja cuando faltan dos empleados que tienen una cierta continuidad en sus funciones en cualquiera de sus departamentos? Pero nadie chista, ni médicos, ni directivos, ni nadie; ahí todo sigue caóticamente hasta que un sindicato pegue el grito por más incapacidades, más plata, más descanso etc.
Qué bofetada al costarricense enfermo, qué falta de solidaridad, de hermandad, de sentido religioso o simplemente humano.Aquí la incapacidad es Nacional y punto.
Trabajé en USA por 9 años, en fábricas, en ventas y con la RCA Corp.
Solamente falté tres semanas por una operación de úlcera estomacal; en todo el resto del tiempo no falté un solo día; ¡qué resfriado, ni dolor de panza, ni de cabeza o del dedo gordo! No mis amigos, en un país industrializado se trabaja o se vive en la calle; ahí no se pierden talonarios de incapacidades, porque no hay o hay un ordenamiento que imposibilita la alcahuetería; allí se quiere la empresa y el país.
Pero les diré algo: ¿y los políticos que sin sindicato estafan al pueblo desde la Casa Presidencial, los Ministerios y otras entidades estatales, del desmadre burocrático a todo nivel y hasta privado?
Aquí nos hemos quedado sin PATRIA, ya solo en el Himno Nacional se oye la palabra, pero el concepto voló, quedó enterrado por toneladas de corruptos, de nuevos ricos, de superempresas, del negocio de la droga, diputados vivarachos que quieren ganar más, obras públicas que son estafas flagrantes y burlas al pueblo.
Creo que de este desastre Nacional, solamente podremos salir si el pueblo se junta en una sola dirección, a la de algún Ciudadano que lleve La patria en el Corazón para comenzar a enderezar esta nave que está por hundirse.