Instituto Clodomiro Picado T.: Protector de la vida y la salud

El Dr. Henning Jensen P en el Semanario Universidad del 3 de marzo 2010 presentó de manera certera la justificación del papel que este

Preocupa la forma como la Dra. María Luisa Ávila Agüero, Ministra de Salud, comunica a la Dra. Yamileth González García, Rectora de la Universidad de Costa Rica,  su voluntad de no renovar el convenio que permite al Instituto Clodomiro Picado T. ocupar las instalaciones ubicadas en una propiedad del Ministerio de Salud en Coronado.

El Dr. Henning Jensen P en el Semanario Universidad del 3 de marzo 2010 presentó de manera certera la justificación del papel que este instituto ha realizado durante los 40 años de excelente labor en ese lugar, conjugando intereses de ambas instituciones con relación al accidente ofídico.

Anunciar una decisión de tal magnitud mediante un oficio sin dar oportunidad a la otra parte de exponer sus necesidades y puntos de vista, resulta lamentable tratándose de una institución de educación superior que goza de gran prestigio en la comunidad nacional e internacional.

Pero además, la Universidad de Costa Rica forma parte del Sistema Nacional de Salud, e irónicamente, siendo una casa de formación de recursos humanos, la Ministra de Salud argumenta la necesidad de instalar en el terreno donde funciona el Instituto Clodomiro Picado T., un Centro de Capacitación de Recursos Humanos del Ministerio de Salud. Ser parte de ese sistema implicaría a nuestro entender, considerar a la universidad en su abanico de expresiones académicas como una socia en la ardua labor de proteger, mejorar, mantener y promover la salud.

En la década de 1970 ocurrió una reforma de la atención hospitalaria de nuestro país, lo cual implicó trasladar las propiedades con los hospitales que administraba el Ministerio de Salud a la Caja Costarricense de Seguro Social. Incompresible sería que, al paso de algo más de tres décadas se pretendiera recuperar alguno de esos bienes. Los antiguos sanatorios como el Durán en Tierra Blanca de Cartago y el de Las Mercedes en Tirrases de Curridabat, fueron donados por el Ministerio de Salud a organizaciones no gubernamentales. Son patrimonio histórico arquitectónico y de una manera de concebir la atención médica de la salud. El sanatorio Durán está en total abandono, camino a la destrucción; desconocemos si las actuales autoridades de salud han tratado de recuperar ese valioso patrimonio, restaurarlo y dedicarlo a las actividades más urgentes propias de la institución o de la atención en salud. ¿Por qué entonces esta repentina ruptura tratándose de un prestigioso instituto, que ha cuidado bien las instalaciones y el terreno donde actualmente realiza sus investigaciones con proyección nacional e internacional?

Escuchar y dialogar, e la  única forma de resguardar los avances que ha logrado nuestro país en el mejoramiento de la salud de la población y de la investigación que lo ha permitido.

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