La génesis de la oligarquía, está envuelta en la codicia, la injusticia, el engaño y la explotación de los semejantes y de los recursos naturales.
En los primeros tiempos, durante la colonia, el imperio imponía y disponía sobre los seres humanos, tierras, minas y privilegios para los suyos, marginando y esclavizando a los pueblos originarios y a los africanos cazados como animales, y así mismo, embarcados y vendidos, para trabajos inhumanos.
En esta forma el imperio saqueó al continente americano y enriqueció a sus sirvientes, que además, ejercían el comercio especulativo y recurrían al prestamismo usurero, en esta forma, chupando la sangre de los pueblos y saqueando sus recursos naturales, comenzó a formarse la oligarquía.En tiempos posteriores, con la independencia y la proclamación de la república, continuó su misma acción, para aumentar su riqueza, mientras la mayoría de los (as) costarricenses, seguían marginados, explotados y empobrecidos; agregando, con el cultivo y exportación del café, una nueva forma de acumular riqueza, mediante la utilización de los campesinos, como siervos en sus haciendas, viviendo en ruinosos ranchos, vistiendo harapos, sin dientes, descalzos, comiendo un puño de frijoles, arroz, un pedazo de plátano y agua dulce, trabajando de sol a sol, envejecidos prematuramente, muertos a los 35- 40 años de edad.
Sus niños desnutridos, revejidos, panzones de parásitos, descoloridos, sus cabellos secos y amarillos, «machos de agua dulce». Por otra parte, esta oligarquía cafetalera, mediante el sistema financiero del «adelanto», al pequeño y mediano campesino productor de café, lo sangraba con los intereses y lo obligaba a entregarle el café a los precios de su conveniencia; además, en esta forma los estrujaba y aprovechaba, para obligarlos a venderles sus tierras a precios infames, así se adueñaron de las mejores y extensas tierras.
Otro jugoso negocio de la oligarquía cafetalera fue el oligopolio del servicio de transporte, del café de exportación, del Valle Central a Puntarenas, controlado por Julio Sánchez y Florentino Castro. Hoy día, extienden sus acciones en la industria y las finanzas especulativas.
Esta es parte de la historia, de la formación y enriquecimiento de la oligarquía, de su acción expropiación-apropiación, de su poder económico, que le permite poder político y el control del Estado y sus instituciones, y que, en un acto entreguista se alía con el capital transnacional-financiero-especulativo, permitiéndole el control de la Nación, a cambio de espacios y prebendas para si, con traición al pueblo costarricense.
Esta grave situación sólo la resolverá la nueva mayoría, encabezada por la juventud, con un cambio verdadero, a través de la revolución democrática participativa.