La legislación minera es escasa en el mundo y más en Costa Rica; los derechos de los obreros son inexistentes. Pero lo más importante es que los gobiernos no supervisan las condiciones de las minas ni de sus obreros; la poca legislación que hay no se pone en práctica, ya que las grandes compañías mineras bajan costos de producción con los seguros y garantías que no pagan; sus ganancias, se dan con base en el trabajo humano en condiciones de miseria y de alto riesgo en el campo de la salud física, social y ambiental.
En Bolivia, trabajan 8.000 mujeres en pozos de hasta 20 metros de profundidad, usualmente sin salario, en jornadas de 10 y 12 horas, con un alto riesgo de sepultamientos; la mayoría tiene tuberculosis.
Hay que mencionar a las Mineras de Minnesota que libraron un juicio desde 1975 hasta 1984, lideradas por Joice Jenson; ella y sus compañeras no tenían otra oportunidad de trabajo en la zona para mantener a sus hijos. Inician un juicio por malas condiciones laborales y malos tratos de sus compañeros, quienes las veían como competencia. Sus jefes y sus familias no querían oír la verdad sobre la realidad de las relaciones obreras de la mina, por lo que tuvieron que recurrir a la corte; el juicio tardó 14 años. Este es el caso histórico más sonado en el mundo sobre la jurisprudencia de hostigamiento sexual en el trabajo.
También representó muchos millones de dólares en indemnización para ellas por parte de la empresa. Aparte de lo económico, es importante recalcar las razones y la duración del juicio, que muestran la proporción de la negligencia por parte de las empresas mineras hacia sus obreras y obreros.
Para los mineros de Chile, la empresa no iba a rescatarlos, ni a pagar los días que estuvieran sin trabajar, ni los costos de seguros por posibles lesiones.
Para acallar revoluciones obreras latinoamericanas relacionadas con la minería y juicios millonarios, es mejor hacer famosos a 30 mineros. La pauta conductista del reconocimiento social al obrero, siempre es más barata que garantizar derechos económicos. No se exaltaron los valores del hombre noble y vulnerable que teme y que sufre ante las situaciones límite de la vida. El miedo es la mejor herramienta de la inteligencia emocional para salvar del riesgo a cualquier persona normal; no exaltar este sentimiento es seguir reforzando otros como la prepotencia y la soberbia. Cualquiera puede dominar un sufrimiento, excepto el que lo siente, dice Shakespeare. Sin embargo, la propaganda estuvo signada por la imagen del hombre valiente y fuerte, capaz de emprender trabajos rudos y resistir hasta el final, porque este es el hombre que necesita el capitalismo para mantenerlo esclavizado. Al caballo primero lo cepillan y luego lo montan.
Antes de aceptar empresas mineras, hay que asegurar la solución de cuestiones laborales y sociales para mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los mineros y las mineras y sus comunidades; que el impacto ambiental se reduzca a un mínimo y que reciban la capacitación técnica y empresarial necesaria para asegurar la explotación segura y eficiente de las minas.
El verdadero éxito de la minería como actividad social y económicamente beneficiosa, es aquella que enriquezca a los empresarios, pero también a los trabajadores que en ella laboran, así como a las regiones donde se realice la actividad minera. En el caso de Costa Rica con industrias Infinito, se beneficiarían solo 30 obreros sin condiciones laborales suficientes. En Costa Rica no necesitamos más trabajo, sino calidad de trabajo.
