La escultora Tzeitel Hernández expone en la Alianza Francesa su obra reciente en metal que ha bautizado con el nombre de Espacios oportunos. Es graduada de la Universidad Nacional y ha expuesto individualmente en varias ocasiones y participado en bienales y simposios.
Forma y espacio, espacio y tiempo, tiempo y lugar. Lugar y vivencia.
La escultura de Tzeitel es vivencia de espacio interdimensional, ese espacio que atraviesa el significado del hombre poblándolo de pequeñas y grandes dimensiones.La presencia estructural de su obra es un andamiaje para atrapar esos espacios externos que liberan el sentimiento de infinito, y que el escultor conoce, no solamente como dimensión material, sino como energía proyectiva, como expansión del alma y generador de enigmas, pues es también una dimensión de la materia y a la vez matriz que la contiene. Es a la vez lugar, movimiento y cambio. El aquí y el allá compartido por todos.
Pero Tzeitel también sabe cómo anidar los espacios que nos conducen al silente abismo interior, los que adquieren significado solamente en las vivencias y en los recuerdos más íntimos.
Su obra nos concientiza de la pluralidad de lecturas y dimensiones del espacio, que normalmente llamamos cotidiano y que es una abstracción. Eso es profundizar en la escultura más allá del diseño y de la técnica, pues la obra tiene que hacernos “conscientes”, por así decirlo, de esas sutilezas de la experiencia vital. Si no lo hace, la obra nos atiborra de formas vacuas y decorativas… y es oportuno decirlo.