Un proverbio hindú reza:
“A los ignorantes los aventajan los que leen libros. A éstos, los que retienen lo leído. A éstos, los que comprenden lo leído. A éstos, los que ponen manos a la obra».
Desde los antiguos manuscritoshasta el internet de hoy, cada segundo de la vida, se ha servido de la transmisión de saberes por medio de códigos que se fundamentan en el lenguaje y que han hecho del hombre un ser provisto de tecnología y de cambios radicales a la altura de este siglo. Llamar a esta era, la sociedad del conocimiento sería minimizar la práctica docente y proponer que lo que llamamos acceso a la información es sinónimo de acceso al conocimiento.
Se necesita de una conciencia pedagógica de pensamiento al futuro, de innovación y de resignificación de la labor docente. El constructivismo propone un enfoque no tradicional donde el individuo participa y se convierte en el constructor de su propio aprendizaje. Es una interpretación de la forma en que se aprende. Aprendiendo es como se construye a si mismo el ser humano. Ya no se habla de verdades absolutas por que cada quien construye su verdad –válida- siempre y cuando resulte significativa, situacional y productiva. Proviene de una construcción mental que se nutre de la asimilación de estímulos y vivencias del aprendiz a sus estructuras mentales (Méndez, 1998, p.5).
La psicología de la Gestalt habla de una percepción construida por el sujeto mismo. Piaget aporta las etapas del pensamiento y Vigotsky habla de la construcción social de los conocimientos. Garner debilita al conductismo cuando habla de una ciencia de la mente. Ausubel suma a este proceso lo significativo. Bruner enfatiza un aprendizaje por descubrimiento (Salgado, pag. 57)
Sin embargo, el constructivismo se unifica en planteamientos tales como: 1. El sujeto se vuelve un ser activo de su proceso, 2. El sujeto tiende a encontrar un orden que le de equilibrio a su existencia, 3. La realidad es una construcción individual y con sentido propio, 4. Se da una relación entre lo social y lo simbólico, siendo el más importante, el lenguaje, 5. Esta tendencia al equilibrio se da de por vida, es decir que el individuo logra comprometerse consigo mismo para lograr ante todo la asimilación de la información en un aprendizaje auténtico.
Driscoll propone en el año 2000 ciertas condiciones para el aprendizaje a partir del constructivismo: 1. Debe darse en un ambiente complejo, real y relevante, 2. Hay un negociación con lo social a través de un intercambio valorativo, 3. Hay una amplitud de criterio hacia la visión de la realidad, 4. La auto-regulación propone un compromiso consigo mismo hacia el aprendizaje continuo. 5. Se descubren las propias estrategias de aprendizaje como un constructo metacognitivo funcional para cada quien.
La realidad es el tallo nutricional del que se vale el constructivismo. Las técnicas más apropiadas son el trabajo colaborativo, el de solución de problemas, el de formación cívica y servicio social. Aplicadas en un marco de creatividad, motivación y compromiso individual.
Para que el docente encuentre su dignificación, debe entender el gran compromiso que tiene de verter su función mediadora hacia la conformación de un andamiaje sirviendo él como facilitador del proceso y guía en la conformación constructiva del ser humano pensante y persona.
Hay dos aspectos que son fundamentales en los aportes constructivistas: 1. Ubicar al docente en un papel de facilitador y dejar de ser el centro del proceso enseñanza-aprendizaje y 2. Entregarle el derecho al individuo de construir su propio camino de aprendizaje donde pueda discernir dentro de tanta información habilitada los real, significativo y funcional para su verdad en la vida.
El ser humano tiene que entender que nadie, ni la misma información, hoy por hoy, al alcance de la mano, pueden forjar el aprendizaje individual. El conocimiento no se transfiere, se adquiere desde un disposición interna al yo vivencial y a la necesidad de encontrar el equilibrio en la vida.