1.El ajuste del Ministerio de Salud (MS) y de la CCSS, a los fundamentos y principios neoliberales, se inició a finales de la década de los 80.
Una de las principales herramientas, además de la mediática, fue la «Autoridad presupuestaria» que obligó a cerrar programas y servicios y a desmovilizar cientos de especialistas y técnicos. El cuento de la eficiencia y la calidad para mejorar los servicios de salud permitió la introducción del economicismo y el administrativismo para sustituir la medicina social por una biológica, medicalizadora y mercantil.
Hoy, “los compromisos de gestión” y otras locuritas administrativas toman todo el tiempo de los profesionales, quienes casi no pueden atender a sus pacientes.
2.La “modernización de la CCSS” se da entre 1992 y 1994. La asesora los españoles, quienes en ese momento tienen la peor organización de la salud y la atención médica en Europa.
Para ese tiempo, prácticamente toda Europa, excepto España e Italia, habían desarrollado la Carta de Liubliana a partir de su aprobación en 1966, que favorece la Atención Primaria de la Salud. Desde entonces, las autoridades de la CCSS y el Gobierno han sido permisivos con la corrupción, han abandonado la planificación estratégica para fortalecer los servicios a la población, y actúan, como dice nuestro pueblo “como si el Sector Salud fueran bienes de difunto”
3.El proyecto de reforma neoliberal del MS y la CCSS va dirigido a introducir los seguros privados (empresas transnacionales) para financiar la atención médica, igual que lo es en EE. UU. y en los países donde mordieron el anzuelo. El resultado fue un fracaso absoluto. El sector privado ha encarecido en EE.UU. el costo de la atención médica 3 y medio veces. Por ejemplo, EE.UU. gasta $8.500 per cápita en salud y el 18% de la población (50 millones) está descubierta de seguros de enfermedad porque no puede pagarlos o lo que tienen no cubre todos los riesgos. Además, este sistema de seguros privados, no permite la promoción, la educación, la prevención y la rehabilitación de la salud. Mientras tanto, Canadá, con su seguro estatal, cubre el 100% de la población y solo gasta $2000 per cápita y ofrece medicina integral. La inversión nacional en Costa Rica no sube de $800 per cápita.
4.Treinta años después de imponer el Consenso de Washington, la reforma neoliberal ha demostrado ser un fracaso. El Banco Mundial, el Fondo Monetario Mundial, la Organización Mundial del Comercio cambiaron sus paradigmas y reconocen que los pobres son más y más pobres y la riqueza se ha concentrado en unos pocos ricos. Pero además, el neoliberalismo ha desatado la crisis financiera más grave de los últimos 50 años. Hoy, EE.UU. intentan hacer lo que Costa Rica hizo entre 1942 y 1988, montar un seguro social más justo, más humano, más universal. Y acá unos quieren destruirlo.
5.¿Por qué entonces, la señora Ministra, la Presidencia de la CCSS y el Gobierno de Arias insisten en continuar desmantelando el Ministerio y la CCSS? Pensaron que el proyecto neoliberal iba a tener éxito e invirtieron millones en instalaciones médicas (clínicas, hospitales, venta de servicios, etc.) Ellos están decididos a hacer colapsar el MS y la CCSS para replantear un “modelo” donde tengan espacio para lucrar más.
En este momento, la Clínica Bíblica da “atención del primer nivel” en los EBAIS de La Carpio, en Escazú. Existen unas 6 cooperativas que están en el negocio. Todas evitan ofrecer medicina familiar, un médico, organizado en equipo de salud, a cargo de 250 familias cada uno. Actualmente, la CCSS destina un médico, sin equipo, por cada 1.300 o más familias.
6.La tarea es informar y organizar a los asegurados para desenmascarar a los mercantilistas de la salud. Porque debemos defender el derecho a la salud para todos.