Considero muy lamentable el hecho de que un periódico como “Semanario Universidad”, con 40 años de trayectoria en nuestro medio periodístico, dé cabida a determinadas publicaciones como “Caín, de José Saramago”, artículo de José León Sánchez, página 16 de “Semanario Universidad”, N° 1838.
Todo el contenido del artículo de marras, por su carencia de ilación discursiva, no es otra cosa que la exposición antojadiza de unas cuantas citas textuales, sin ningún orden ni relación con el texto de Saramago, lo que demuestra la apreciación totalmente banal, que lleva a cabo el señor Sánchez, de la obra de este prestigioso escritor.
Sería importante que, al efectuar la valoración de un texto como Caín, el señor Sánchez tuviese en consideración que, en lo que a las creaciones literarias se refiere, si bien es cierto que existen aquellas que apoyan y compensan lo socialmente establecido, también se dan las obras ,como en el caso de esta novela, que interrogan y desestabilizan; las que forman parte de la llamada “literatura impía”, las cuales expresan el necesario cuestionamiento de algunos de los fundamentos más sólidos de nuestra cultura, en este caso , la religión.
En mi opinión, esto es lo que logra Saramago con su obra Caín, proponer una forma muy distinta de lectura de La Biblia, no como “libro sagrado, inspirado por Dios”, sino como un texto más, sin ninguna relevancia histórica ni didáctica, y cuyos hechos pueden mostrarse al lector desde una perspectiva jocosa y desenfadada; pues, como el mismo Saramago lo dice: “…incluso un libro como la Biblia, permite- y exige- que intentemos leerlo por el otro lado”.
Ojalá poseyésemos todos esa grandiosa capacidad de interpretación lectora que demuestra este escritor; y ese don para expresar, tan certeramente, mediante el uso de una fina ironía, el contrasentido de todas esas enmarañadas leyendas bíblicas.