Los “muchachos” -por aquello de los Chicago Boys- del equipo económico de don Otto Guevara, reclaman por medio de un artículo firmado por Thelmo Vargas (La Nación, 8 de enero del 2014), la iniciativa del Frente Amplio de someter a consulta popular algunos temas de la mayor importancia para nuestro pueblo. Su crítica a esta iniciativa no es congruente ni con sus principios ideológicos y ni siquiera con lo que ha venido predicando su candidato, don Otto, quien ha propuesto el referendo y el plebiscito para resolver problemas de gobierno. Este desacuerdo entre el equipo económico y su candidato muestra flagrantemente la inconsistencia ideológica del Movimiento Libertario.
En el artículo a que hago referencia, don Thelmo expresa que uno de los pecados del programa de gobierno del Frente Amplio es darle mayor importancia a la reducción de la desigualdad y menos a la de la pobreza. No sé de dónde saca esa valoración porque en el programa del FA no hay factores que ponderen un esfuerzo sobre los otros. Pero el señor Vargas muestra que no ha visto el programa del Frente Amplio ni por la portada, porque en su encabezado se dice que la reducción de la pobreza será asumida por el próximo gobierno de José María Villalta como una declaratoria de emergencia nacional. Y más grave aún, muestra que don Thelmo ha olvidado principios básicos de la economía política, como que no hay pobreza sin desigualdad.
En el programa de gobierno del Frente Amplio hemos tomado muy en serio el problema de la producción, de la generación de riqueza, de la ampliación productiva. Este crecimiento productivo será de nuevo tipo, como lo requieren los tiempos. Garante de cubrir las necesidades de los trabajadores y las trabajadoras y de la población desempleada, comprometido con el debido cuido de los recursos naturales no renovables, y responsable con la biosfera. Costa Rica, con su tradición ya conservacionista –que, dicho sea de paso, para los neoliberales reporta rendimientos crecientes–, se merece un plan de gobierno que genere crecimiento con equidad social y ambiental. La “ley de la selva” que han promovido las políticas neoliberales desde los años 80 del siglo pasado, que han creado el impase económico actual y las protestas que ellos ahora tratan de achacar a quienes más bien son las víctimas de esas políticas, ya no es una opción válida para las nuevas generaciones. En todo el mundo estamos viendo cómo los pueblos están buscando nuevas vías de desarrollo económico y social.
No es cierto que el gobierno del Frente Amplio despreciará la inversión privada, ni la inversión extranjera. Como tampoco es cierto que los empresarios nacionales y extranjeros sean insensibles a las demandas sociales, políticas y ambientales de los pueblos y trabajadores. Los empresarios conscientes saben que para producir riqueza se requiere transparencia, paz social y concertación con los trabajadores y con la sociedad civil; y esas condiciones las ofrecen, mejor que ningún otro partido, el Frente Amplio y José María Villalta.
*Derecho de respuesta que el Frente Amplio solicitó a La Nación