La maldad ha entrado en todos los hogares y en la mente y corazón de cada ser. Los seres humanos se han extraviado en el mundo infestado y controlado por espíritus malignos, poderosos y peligrosos. Todos los placeres mundanos están de moda y son practicados por todos. La maldad los abraza y los conduce por caminos oscuros. Las orgías son totales y constantes. La adoración al Dios Verdadero se aleja cada vez más. Existen otros “dioses” que son tremendamente adorados. La sociedad humana a cada instante se deteriora. Los problemas creados y robustecidos por la mala acción del hombre, no darán marcha atrás, cada vez son más poderosos y caminan a pasos agigantados hacia el despeñadero. Los humanos actúan como terribles sanguinarios, atormentados por la glotonería y su mente está alocada. El “dios” dinero no cesa de sonreír. La deshumanización corre veloz por todo el mundo entero. La raza humana ha caído en la peor de las desgracias. El hambre, la desnutrición, el dolor, el llanto, la desesperación, la criminalidad y la drogadicción van en aumento y son incontrolables y otros males como la corrupción, la violencia caminan de hogar en hogar. Todo tipo de vicios, todos malos, son practicados en forma desbocada y sin ningún temor y amor al Dios Verdadero el cual es tirado al suelo y pisoteado.
Todo indica que la raza humana ha entrado al periodo de la putrefacción. La descomposición es real y actual. Todo lo malo y perverso ha brotado como hierba maldita. Los seres humanos caminan muriendo, agonizando, cargados de dolor. Las miles de enfermedades, de todos los males, les atacan sin piedad pero siguen ciegos y sordos. Todo lo maldito es practicado sin control. La violencia en todos sus niveles; la corrupción escandalosa se manifiesta en todos y no tiene límites; la injusticia se practica constantemente, los jueces y juezas son los padres de la impunidad y caminan orondos sonriendo. El dinero es el rey. Las dádivas y mordidas también. En fin, los seres humanos caminan engreídos, ilusionados en la maldad, todos maldiciendo, violando, destruyendo, pisoteando los valores. La moral está muerta. El descaro y la desfachatez caminan de la mano. La justicia, el amor, la verdad, la paz, la misericordia, el perdón, la bondad, agonizan. Las familias que eran esperanza para formar mejores sociedades, ahora son un peligro. Están integradas por glotones del dinero, la infidelidad, los homosexuales, lesbianas, drogadictos, violadores, viciosos, pervertidos, mafiosos, se creen los reyes de la tierra. Todas las ciencias tomadas de la mano, conducen a la muerte. Pareciera que el poder satánico tiene a toda la raza humana, tomada del cuello y que poco a poco la va asfixiando. Cada persona debe desintoxicarse, aclarar su mente reflexionar respecto a sus acciones y buscar y tomar el camino correcto. La búsqueda de la honorabilidad debe ser permanente. Ser respetuoso, ser honesto, ser justo; repudiar todo aquello que sea inmoral y sacar a la serpiente maldita que se ha introducido en sus hogares y meter en su lugar y practicar los hermosos mensajes de vida que un día dejó el mejor hombre, que ha estado en la tierra, el que sembró semillas de amor, de compasión, de perdón, de purificación; aún es tiempo de abonarlas para que se desarrollen y salven a esta sociedad humana que camina entre el estiércol y en la mayor suciedad. Nos quedamos sin agua pura; sin aire puro y sin seres humanos llenos de nobleza, de humildad, amorosos, con ternura y practicantes de los mensajes de Jesús.
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