Al llegar al final de mi gestión como Directora de la Oficina de Becas y Atención Socioeconómica es necesario mirar atrás y retomar los principales objetivos que me propuse:
Asignar, resolver y entregar de manera oportuna las becas, los beneficios y las gestiones estudiantiles de acuerdo con las necesidades y requerimientos de la población becada en todas las Sedes.
Consolidar el Programa de Residencias en igualdad de condiciones en todas las Sedes como un servicio que favorece el desarrollo integral de los estudiantes.
Construir un sistema de información sobre las becas que sirva como base para la toma de decisiones.
Consolidar un sistema de Gestión de Calidad en la Oficina de Becas.
Construir un ambiente laboral que favorezca el desarrollo de las capacidades y habilidades de cada funcionario y permita su realización laboral.
Promover la incorporación de tecnología actualizada y desarrollo de Sistemas de apoyo a los distintos procesos de la Oficina y en todas las Sedes de la Universidad.
Hoy, al concluir mi periodo, y gracias al equipo de trabajo eficiente y comprometido que hay en la Oficina de Becas de la Sede Rodrigo Facio y de las coordinaciones de vida estudiantil de las sedes regionales, puedo decir con orgullo, que los objetivos propuestos se han alcanzado, fruto de esa construcción colectiva de ocho años, y que no es un producto personal, sino como representante de ese equipo de trabajo, hoy hago una rendición de cuentas del trabajo conjunto.
Un gran camino se ha iniciado y esta fue la primera etapa en el fortalecimiento del sistema de becas, que es un baluarte no solo de la Universidad de Costa Rica, sino de nuestro país, ya que durante más de 50 años ha facilitado a los sectores de escasos recursos económicos su acceso a la educación superior, lo que le ha permitido graduar profesionales de todos los sectores sociales, favoreciendo la democratización de la educación costarricense.
Desde mi perspectiva quedan aún retos por construir, retos que aparecerán en el camino, son aspectos de otros esfuerzos, de una época distinta que ya inició.
No puedo obviar la nostalgia que me invade el dejar la Oficina y la gratitud al llevarme un cúmulo de conocimientos, aprendizajes y destrezas, las cuales adquirí con el apoyo de cada una de las personas que compartió conmigo durante este proceso, a quienes estoy eternamente agradecida.
Continuaré con el mismo entusiasmo y compromiso en el lugar donde la institución ocupe de mis servicios.