Esta personalidad, de acusado perfil en los escenarios político-institucionales del país y más allá, es el actual diputado por el grupo ‘Renovación Costarricense’, Justo Orozco Álvarez. El notable tiene todos los caracteres que lo tornan, en una de las posibles traducciones del dicho inglés, “the man on the spot”, para desempeñar, con lucida entereza, la función de pulir y comunicar los dolores y triunfos de la administración Chinchilla y, en particular, la claridad mental y la inusual destreza política con que la Presidenta maneja cada una de los jaleos con que grupillos e individuos hostiles y envidiosos intentan trabar su desempeño. Por ejemplo, y en crónica del periodista Eduardo Amador, el expresidente Óscar Arias la tildó como “… gelatinosa, blandengue y malagradecida” (Revista Poder, octubre 2010, edición 26, año 2, pág. 8). Y esto en fiesta en que celebraba su cumpleaños (el de Arias). Qué pensará/dirá cuando está malhumorado.
Justo Orozco Álvarez tiene exactamente los rasgos que permiten enfrentar todo juicio que pervierta los sentidos y alcances luminosos de la actual gestión presidencial. Es the man on the spot. Nombrado Ministro de Comunicación, este abogado, educador y cristiano, hará lo que ha hecho siempre: hablar con la verdad y toda la verdad. La razón es nítida: a Justo Orozco lo informa el Espíritu Santo. O sea, la autoconciencia de Dios. ¡Imaginen a la autoconciencia de Dios en Zapote! ¡No se evaporaría ni un centavo de trocha alguna! ¡El avión dudoso no despegaría! ¡Alfio Piva se ubicaría!
Además de la absoluta certeza en sus juicios, cuestión que lo pone casi a la altura de los editoriales de La Nación S. A., el señor Justo Orozco tiene, según ha revelado con modestia, “… muy buenas relaciones con todos los grupos sociales” (LN: 10/06/2013). Querido y popular. No podía ser distinto. Alguien a quien respaldan Espíritu Santo, Sagrada Escritura y Carta Magna no puede ser sino honrado y amado. Complemento ideal de una Presidenta a la que pocos comprenden y todavía menos celebran. Una pareja política perfecta. Un equipo imbatible. Él aprecia en la mujer una “ayuda idónea maravillosa”. Ella ve en el Espíritu Santo su luz en la colina. Él jamás renunciará a sus verdades, dañe a quien dañe. Ella tampoco abandonará nunca las suyas, aunque exija, una vez sí y otra también, la renuncia de amigos.
El dúo dinámico se tornaría atracción turística. Ambos ya retumban internacionalmente. Asociados opacarían a la Lapa Extinta y al Mosquito Nicoyano hoy principales atracciones del tour para no residentes en el país Pura Vida. Es imperativo que Justo Orozco sea el comunicador de Laura Chinchilla. Cual para Tal. Disgustará solo a una minoría de malditos.
Un toque los distancia. Ella fue nombrada hija dilecta de María y a Él el culto mariano lo resfría. Pero si el obispo Ulloa inventase una dispensa transitoria (restan minutos para el final del chinchillato) o si el Espíritu Santo mirara para otro lado… Un supermegáfono para el Justo bien vale una bizqueada. ¡Vamos, Orozco, sí se puede!