Lo anterior son minucias hasta cierto punto jocosas. Lo que interesa es que durante el mes de mayo la administración Solís sí tenía un punto a su favor y era fácil de encontrar. Estaba en una entrevista a página completa de La Nación S.A del día 26. Por tanto, no queda sino disculparse por el juicio precipitado. Ahí estaba el enorme oasis en el desierto y uno, sediento, sin reparar en él.
La entrevista que me desmentía por completo fue hecha al señor Guillermo Santana Barboza, nuevo Director del Instituto Costarricense del Ferrocarril. Todavía no ha hecho mucho, pero lo que dice tiene sentido y, si avanza en la dirección que habla, tal vez haya al menos una buena experiencia de Gobierno PAC. El punto no es marginal. Por desgracia, tampoco es fundamental, como la economía, la salud o la educación. Pero es factor en todas.
Para iniciar, el señor Santana Barboza tiene claro que el ferrocarril debe formar parte de una red vial articulada. Nada de por aquí el tren y por allá otros circuitos de tráfico. Para seguir, habla de crear la infraestructura que permita que el transporte ferroviario no sea noticia por los accidentes que causa y que cuestan vidas. Tercero, que esa infraestructura, que no existe hoy, no aumente las dificultades actuales de tránsito y, con el tiempo y financiamiento, las disminuya. Es decir, sentido común, sensatez. Efectos: menos muertos, amputados y daños materiales y un eventual suspiro de alivio de quienes ocupan a diario la red vial.
Pero el aporte básico del señor Santana es su entero rechazo a la doctrina que popularizó la exministra de Transporte Karla González y a la cual adhirió alucinado el anterior jerarca de Incofer, Miguel Carabaguías. Según esta jerga, todos los accidentes viales son de entera y única responsabilidad de conductores, peatones y ciudadanos. Ellos son irresponsables, ciegos, sordos e imbéciles. Obtienen de los accidentes lo que se merecen. El Estado, en este caso Incofer, no tiene responsabilidad ninguna nunca. El nuevo Director, en cambio, dice: “(cuando los trenes) empiezan a ser noticia porque se le metió un camión o un carro y lo colisionó, es porque la infraestructura es la que está siendo noticia, y es noticia porque algo está fallando.” El hombre asume que su responsabilidad de funcionario público es servir a la ciudadanía y no extasiarse con su poder. Milagro. Con 15 funcionarios así, Costa Rica aumentaría su atractivo turístico. Y con 40, el gobierno del PAC cambiará algo el rostro de Costa Rica, aunque no con los alcances que la mayoría electoral exigía.
Si las ideas de Santana prosperan, las voces del tren dejarán de ser pesadilla para los costarricenses y serán parte de un entorno más racional y amigable. Mis disculpas por no prestar atención a este emocionante golpe de timón ferroviario. Un funcionario público que desea servir a los ciudadanos. No supera a Juan Santamaría, pero no desluce en la carrera.