A finales de la década de 1960, Óscar Aguilar Bulgarelli entrevistó al líder comunista Manuel Mora Valverde. Aguilar pretendía que Mora le revelara detalles sobre la alianza que a principios de la década de 1940 forjaron los comunistas con el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia.
Mora aprovechó el momento y le dijo al joven investigador que le iba a contar un pasaje que únicamente había relatado a ciertas personas.
Según Mora, una vez estaba él atacando al gobierno de Calderón Guardia cuando le comunicaron que lo esperaba Mariano Cortés, quien lo llevó a la casa de Jorge Hine, entonces segundo designado a la presidencia de la república. Allí, había reunidos “varios capitalistas y políticos” que le pidieron involucrar al Partido Comunista (PCCR) en un intento de golpe de Estado. De acuerdo con Mora, él rechazó la oferta ya que el PCCR estaba en contra del gobierno por razones diferentes a las de los capitalistas.
Al despedirse, Mora se dirigió a la Secretaría del PCCR y de allí hacia la Casa Presidencial en donde se reunió con Calderón Guardia y le dijo: “Vengo a decirle en nombre de mi Partido que si usted quiere sostenerse puede hacerlo; pero para eso es necesario que cambie radicalmente su política. Usted ha gobernado dos años para el capital y se ha apoyado en él y si desea en los dos años que le faltan puede imprimir un cambio radical a su política…” Mora le afirmó a Aguilar que esa noche “prácticamente quedó hecha la alianza entre el Doctor Calderón Guardia” y el PCCR.
A partir de esa entrevista, Mora comenzó a sostener pública y sistemáticamente el contenido de lo dicho y a revelar nuevos datos. Más importante aún es que una serie de investigadores confiaron en sus palabras para entender la alianza entre el PCCR y el calderonismo. La narrativa de Mora facilitaba así construir una explicación sobre el origen de un conjunto de reformas sociales impulsadas por la administración Calderón Guardia que incluyeron la construcción de la CCSS, la UCR y la promulgación de las Garantías Sociales y el Código de Trabajo.
Pero la narrativa de Mora no convenció a todos y además tuvo que competir con otras voces que afirmaban ser detentadoras de la verdad histórica sobre el origen de la Reforma Social. Así, entre 1970 e inicios del siglo XXI, un conjunto variopinto de investigadores y personajes históricos enfrentaron la narrativa de Mora, la alteraron, y/o la desecharon por completo. Dichas voces incluían al mismo Calderón Guardia, a su hijo Calderón Fournier, a Oscar Barahona Streber, a Walter Dittel, a Alberto Cañas, a sacerdotes o investigadores relacionados con la Iglesia Católica y a científicos sociales. Los resultados de esa confrontación volvieron más problemático el asunto de determinar quién decía la verdad y cómo se podía explicar el origen de la Reforma Social.
Acaba de ver la luz un nuevo libro del historiador Iván Molina Jiménez que rastrea históricamente esas voces, traza su impacto en la esfera pública y la manera en que sirvieron para edificar memorias sobre la Reforma Social. Se titula: Los pasados de la memoria: el origen de la reforma social en Costa Rica (1938-1943). Se trata, no hay duda, de uno de los trabajos más importantes que se han publicado sobre la década de 1940. La originalidad del análisis de las fuentes que hace Molina en este estudio, fundan una metodología de acercamiento a los diferentes testimonios y memorias sobre la década de 1940. Es en ese sentido un trabajo fundacional.
Aún más, Molina no se conforma con explorar el universo de esas memorias; además propone una nueva interpretación sobre el origen de la Reforma Social, la alianza entre calderonistas y comunistas, y con ello abona más al debate sobre el análisis de ese periodo tan importante de la historia costarricense. Por si fuera poco, el libro está escrito con una narrativa amena. No debería dejar de leerse y discutirse.
