Creo también, que en este siglo XXI va a primar la pregunta ¿cuánto me va a costar eso a mí?, sobre cualquier otra cosa. Incluso aquellas cuestiones ideológicas van a pasar por ese “filtro de la lógica”. Por eso, es cuestión de tiempo, para darle a “la monarquía” (como sistema) “el lugar que ocupa en la historia” (el justo medio, va a hacer caer las cosas por su propio peso, siempre aplicando, la “teoría del péndulo”).
El futbol cada vez es más visto. En el mundial de 1998 Estados Unidos, a través de su cadena de televisión ESPN, pagaron por derechos de transmisión alrededor de $22 millones, por los del 2010 y por los del 2014 alrededor de $100 millones, y por los del 2018 y los del 2022 están dispuestos a pagar alrededor de $400 millones (fuente: café CNN, lunes 23-06-14). Esto demuestra que el deporte une, tiende puentes (otra vez “la teoría del péndulo”: diversión vs represión).
En otro orden de ideas, sigo creyendo que el pueblo nica continúa muy mal informado por sus autoridades. Una vez más, Daniel Ortega se “la peló”. Me cito: “Daniel Ortega (a algunos no les gustará, les estorbará lo que digo), no dice verdad a sus compatriotas sobre lo que pasa en la isla Calero”, y también digo que “me siento muy orgullosa de ser costarricense, porque a pesar de que tenemos muchas armas en el país, dirimimos las diferencias por la vía del diálogo y la negociación, quizás porque de alguna manera el hecho de no tener ejército forma parte ya, de los valores nuestros.
Poco a poco se va controlando la mentalidad “milica” de algunos. Las generaciones que nacimos después de 1948 cambiamos “las balas” por “las palabras”. Todo hay que dialogarlo. En cualquier otro país, probablemente ya se hubieran alzado en armas. ¡Qué suerte tenemos! Esta mentalidad es, sin duda alguna, producto de la “abolición del ejército”. Se puede aplicar aquí también “la teoría del péndulo”. Los extremos ustedes los definen.
No se puede desmantelar los aparatos productivos de un país −eso desgraciadamente es una de las cosas que sigue ocurriendo en Venezuela− y aunque algunos quisieran que el régimen encabezado por Maduro cayera, creo que para contrarrestar (otra vez se puede aplicar la teoría del péndulo), algunos gobiernos de países amigos de Venezuela debieron haber “rellenado” los anaqueles de los supermercados, antes de que ocurrieran los últimos desmadres. Con las protestas que hay en ese país, queda demostrado que a un pueblo nunca le pueden faltar (para comprar) los productos básicos para vivir. La “odiosa” escasez dio pié a más cuestionamientos políticos. El pueblo reclama “cosas básicas”, y está en todo su derecho (construyo en esta ocasión los siguientes extremos del péndulo: Régimen de Maduro, junto con varios funcionarios de gobierno, versus algunos miembros de la oposición).