El 29 de diciembre de 1959, durante el Encuentro anual de la Sociedad Americana de Física en el Instituto Tecnológico de California CALTECH en Pasadena, Richard Feynman (que algunos años después recibiría el premio Nobel), pronunció una conferencia con el sugerente título: «Hay mucho espacio en el fondo» («There is Plenty of Room at the Bottom»). Se refería a lo que más adelante se conocería como Nanotecnología. Esa conferencia de Feynman es icónica y trató sobre cómo manipular, controlar y fabricar objetos muy pequeños. Abordó el tema desde una perspectiva absolutamente distinta a como se había hecho hasta el momento, abriendo así todo un nuevo mundo de posibilidades.
Me parece que en Educación en general y en particular en la formación de docentes, en este momento se abre un mundo de posibilidades para atender las necesidades y demandas del mundo actual. Sobre todo de hacerlo de manera innovadora ya que, parafraseando a Feynman, hay mucho espacio en la Nube.
Lo que se conoce como La Nube es una infraestructura tecnológica dinámica, con un alto grado de automatización; gran capacidad para mover rápidamente los recursos y atender diversas demandas de información y comunicación de las personas en el mundo actual.Eso significa que en este momento histórico, ya no hay que desplazarse a una oficina para solicitar y recibir un servicio y no es obligatorio ir a una institución educativa para socializar lo aprendido. No hace falta ir a un centro especializado (biblioteca, institución educativa) para conseguir la información. Basta con tener acceso a la Nube.
Como ejemplo ilustrativo podemos mencionar que la Britannica, la enciclopedia en inglés más antigua, dejará de imprimirse y se conservará solamente en línea tal como anunciara el pasado 13 de marzo, Jorge Cauz, presidente de la publicación.
La información está accesible de forma permanente y la socialización que conduce al aprendizaje también se puede hacer de manera virtual.
De manera sincrónica, ha aparecido la generación de los Homo Zappiens, como la llaman los investigadores daneses Wim Veen y Ben Vrakking. Se refieren al vocablo inglés zapping (pasar sucesivamente de un canal de comunicación a otro). Son las personas nacidas después de 1990 y manifiestan diversos niveles de atención; nunca se sentirán abrumados con la cantidad de información y son capaces de procesarla rápidamente. Es evidente su orientación a las comunidades y a las redes sociales (en línea) y la Internet y el mundo virtual son tan reales como su propia habitación.
De forma simultánea vemos que emergen las tecnologías de la comunicación y la información que se hacen cada vez más pequeñas y portátiles; son personales y tiene la capacidad de funcionar e interconectarse (entre sí, con la web y los satélites) de manera inalámbrica, lo que permite tenerlas a la mano sin preocupaciones de tiempo, hora y lugar.
Esto resulta con que, la generación “Homo Zappiens” que tiene acceso a dispositivos digitales portátiles y personales puede consultar la información en la Nube y está socializando y aprendiendo de forma permanente…pero sin orientación, sin educación y sin formación.
Allí está el espacio y la oportunidad y la obligación que se abre para la Educación y para la formación de docentes. Y hay que aprovecharlo desde una perspectiva absolutamente distinta a como se ha hecho hasta el momento.
Es urgente que se aborden temas de formación ética, estética, identidad, conciencia, solidaridad, colaboración, convivencia y respeto, en y para la Nube. Se deben señalar, en y para la Nube, vías hacia la creatividad y la innovación y orientar en cuanto a la validez de la información. Hay que buscar formas de validar el aprendizaje que se construye en y fuera de la Nube.
La educación se ha transformado verdaderamente dual: en y fuera de la Nube. Pero debemos asumir que el referente es la Nube…. Y que hay mucho espacio allí….