Hace algún tiempo tuve el privilegio de conocer un entorno privilegiado,
La Península de Nacascolo: año y medio recorriendo sus bellos contornos, absorbiendo belleza plena; dieciocho meses dedicados a la elaboración del plan maestro y del proyecto urbano- arquitectónico del entonces llamado proyecto turístico Eco-Desarrollo Papagayo. Como director de diseño y guanacasteco, dediqué mis mayores esfuerzos en pos de la elaboración de un proyecto sostenible en armonía con el medio natural, respetando árboles, áreas y manchas boscosas, manglares, escurrimientos, zonas arqueológicas y sobre todo garantizando el libre acceso a la zona inalienable y por supuesto a las bellísimas playas de este bello litoral.En ese tiempo la voz de alarma de la entonces Defensora Adjunta Joyce Zurcher, produjo un escándalo nacional, al cual una serie de guanacastecos se sumaron, con un sobrado desconocimiento del proyecto. Una y otra vez se explicaron las bondades del proyecto, en el que solo un 15% del área total estaba sujeto a la construcción, conservando el 85% en su estado natural, es decir como área de no-construcción. EI plan maestro aprobado y los planos constructivos de las III etapas atestiguan esta verdad. La señora Zurcher nunca quiso entender las ventajas de este proyecto sostenible.
En la actualidad e1 proyecto transita otros senderos, en la práctica se va a pavimentar mucho más área que la propuesta en el planteamiento de Eco-Desarrollo Papagayo y lo que es peor e inaceptable es la privación de la población costarricense del disfrute y el libre tránsito por la bella zona de playa Virador y Blanca y mucho más playas de un valor escénico y natural sin igual, porque desgraciadamente el nuevo proyecto irrespetando la legislación nacional privatiza todo ese entorno. Como recuerdo el libre tránsito de los liberianos por los caminos abiertos del proyecto Ecodesarrollo rumbo a Nacascolo, Virador y playa Blanca. Hoy el desarrollo hotelero For Seasons, privatiza las playas de Papagayo y la comunidad costarricense no tiene acceso a ellas en contraposición de la Ley de la Zona Marítimo Terrestre. Además de esta flagrante violación al orden constitucional, el citado proyecto lleva a cabo una serie de movimientos de tierra que borran el entorno natural y sin ningún permiso, incumpliendo de nuevo las leyes de la República. Ante el atropello, las autoridades del ICT callan, complacientes siempre con la agresión extranjera. Igualmente la Municipalidad de Liberia que en complicidad tampoco actúa y los guanacastecos pasivos tiran la mirada hacia otros lares, aceptando la humillación.
El año pasado hice las denuncias de estas irregularidades a los señores diputados Humberto Arce y Joyce Zurcher, sin tener ninguna respuesta. Las razones del silencio del señor Arce las desconozco, las de la diputada Zurcher, las intuyo, el hermano de ella está a cargo del proyecto que viola la legislación vigente, de ahí su profundo silencio.
La Sala IV acogió un recurso de amparo en contra de estas obras, dictando su paralización inmediata. Ni el ICT, ni la Municipalidad han actuado para que se respete el pronunciamiento de la Sala IV, por lo que el festín macabro del entorno natural continúa viento en popa, a la vez que la prohibición del ingreso a la Zona Marítimo Terrestre, continúa impidiendo el paso a la población nacional.
No solo las bombas conquistan territorios. Guanacastecos, por la memoria del Dr. Vargas Vargas, recuperemos el litoral que es nuestra herencia sagrada. Haciendo respetar la legislación vigente, actuemos hoy, mañana será demasiado tarde.
Bendita libertad cabalga de nuevo por los entornos llaneros.