Hace cuatro años nos molestaban y preocupaban las declaraciones del exrepresentante comercial de Estados Unidos y ahora presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, quien manifestaba como condición de la firma del TLC la apertura del mercado de las telecomunicaciones.
Nos preocupaba que ante la apertura se perdieran los objetivos de universalidad y solidaridad del ICE, nos preocupaba la desigualdad que significa que el ICE como dueño de la infraestructura se vea obligado a facilitarla a los demás operadores al costo, cuando estos lo que persiguen es el lucro, llenar el bolsillo de unos cuantos y cuantas.
Nos preocupaban las finanzas del ICE, el cómo iba a subsidiar la telefonía fija ante la apertura, el cobro del espacio radioeléctrico, nos preocupaba velar porque el ICE estuviese en condiciones para competir.
Hoy el tema de las telecomunicaciones se ha disuelto ante nuestras preocupaciones más inmediatas: nos preocupa la nueva temporada de la serie televisiva “Grey’s Anatomy”, nos preocupa el papel de Bryan Ruiz en la “Champions League”, el bigote de Ricardo La Volpe, nos preocupa si “Funes el memorioso” podrá recordar todos los detalles de sus sueños, nos preocupa si Iván Karamazov volverá a pasar la tarde tomando café con Bakunin y Proudhon, nos preocupa si los zapatos de Mauricio Hoffman le permitirán mejor su desempeño en la pista de baile.
Hoy lo que temíamos hace 4 años se está consumando: los bienes del Estado se están otorgando en procura del bienestar del sector privado; las tarifas de interconexión fijadas por la SUTEL son dos veces y media más baratas que lo que pagan internacionalmente, ¢3,63 para la red fija y ¢26,46 para la móvil, cuando en América Latina se paga en promedio ¢60 por la interconexión fijo-móvil (Semanario 22-28/9/10).
Hoy preocupa que las tarifas establecidas por la SUTEL descapitalicen al ICE, que la institución subsidie a la empresa privada por medio de su infraestructura, pero desafortunadamente se nos ha olvidado que nosotros queríamos decidir sobre el modelo de telecomunicaciones de nuestro país.