Si alguien violentó la tolerancia y la libertad de expresión en el claustro universitario fue la peonada de Oscar Arias.
Hace poco leí que una joven profesora «sentía vergüenza» porque algunos universitarios impidieron al candidato presidencial don Oscar Arias grabar un programa propagandístico en el canal 15. Solo quiero recordar como los hechos se retuercen: a) Figuras cercanas a Arias iniciaron presiones al más alto nivel institucional para tratar de canalizar información y enfoques, especialmente por parte del Semanario UIVERSIDAD, favorables al premio Nobel de la Paz. No es la primera vez que este tipo de calaña conduce a un auténtico terrorismo contra la libertad de expresión. Laboré en el Semanario durante más de 25 años y puedo probar que no fue solo el exdirector Mario Zeledón quien cayó destituido por este tipo de maniobras urdidas en las sombras del poder. A este lista de presionados (privada o públicamente) se unieron otros como Manuel Formoso y Carlos Morales. Aún más: para los que hoy vengan a decir que ello no es cierto, les recuerdo tres o cuatro intentos que hubo para que el Consejo Universitario o el rector de turno cerrara el periódico o alguna sección. «El Zapallo de Lata» fue una de ellas. Las distintas generaciones de redactores y una amplia gama de humanistas de la talla de Isaac Felipe Azofeifa, Daniel Camacho, Víctor Manuel Arroyo, Alfonso Trejos Willis, Rodrigo Gutiérrez, Marielos Giralt, Gerardo Contreras, Claudio Monge, Kemly Jiménez, Alvaro Montero Mejía, Elena Morúa, Francisco Ramírez, impidieron con sus firmas esta osadía de la peonada de entonces.
b) Como universitarios ¿ avergonzarnos de qué? Que un grupo de personas haya impedido la grabación propagandística de Arias no puede ser vergüenza por varias razones: b.1) No han sido estas personas quienes tiraron explosivos a la libertad de expresión; b.2) Ninguna forma parte de la peonada de Arias ( no dependen de su unción, poder económico y no están obligados a sonreírle a su causa) y b.3) Los llamados piquetes de personas no deben asustar a nadie. Es una experiencia histórica en Costa Rica, que en tiempo de crisis, legitima a ciertos sectores sin voz ni voto en los medios de comunicación. En este caso están en desacuerdo con los defensores del TLC y no sería raro que esta experiencia ocurrida en el Canal 15 se extienda por los cantones que visitarán algunos candidatos presidenciales. Lógicamente hablo desde una óptica de quien estudió en un liceo nocturno y concluyó estudios superiores en una universidad pública latinoamericana . No de Gran Bretaña. Que quede claro.