La alusión es de Mateo, el cronista evangélico, quien también sugirió la referencia de los ‘signos de los tiempos’ o “por la víspera se saca el día”. Como en Costa Rica corren ráfagas ‘sacras’, con diputados ‘cristianos’, beligerancia clerical y jefas de fracción depurando con agua bendita los muebles de la Asamblea, aunque olvida sanear los ánimos de sus colegas y el propio, conviene ponerse en ‘orden santo’ no sea el Pisiuicas nos sorprenda violando la ley del tránsito terreno.
De los nísperos debe decirse que, verdes, indigestan. Maduros no hacen bien para nada casi pero son sabrosos, lucidos y astringentes.
La semi nueva administración Chinchilla (el ‘semi’ repara en que muchos de sus actores son antiguos conocidos) tiene en su haber un níspero maduro.
Su disposición inicial a dialogar con los opositores desestigmatizándolos de su posición de “batracios” y “caracoles” a que los condenó el clan Arias. El níspero sano incluyó una visita a Ottón Solís el político tierno, serio, austero y derrotado de la política local (¿Cómo podría ‘ganar’ en Costa Rica alguien así?)
El níspero bueno fue estéril bocado de un día. De inmediato vinieron en patota los nísperos verdes. Primero, una alianza táctica (hasta que choquen las codicias o elecciones) con el Movimiento Libertario en la Asamblea Legislativa. Incluyó, según confesión de Wálter Céspedes, jefe de fracción del PUSC, quien ‘por casualidad’ andaba por ahí, subirse desmesuradamente los salarios diputadiles como paga por el voto en el Directorio de la Asamblea. Sólida protesta ciudadana. A recular todos con dolor de panza, que resulta todavía más duro.
El Presidente de la Asamblea, electo ya vimos cómo, el ciudadano Villanueva, aportó su níspero verde. Declara a la Caja su salario en un bufete (por lo exiguo, parece cumplir allí como experto telefonista), pero sus asesorías no. Afirma que “gana mucho más”. Es el mejor de los mundos posibles. Cotiza poco, obtiene los servicios gratuitos de la Caja (quizás preferenciales porque es miembro de “familia reputada”) y se embolsa el resto. Níspero verde, pero a él se le ve próspero. Tal vez se trate de un níspero verde y blanco, variedad local. Esos no enferman aunque engordan.
El excanciller Bruno Stagno se reporta como otro níspero verde y blanco. Protegido por sus jefes se autodesigna Embajador en Naciones Unidas. Quienes le temen (no a él, sino a Rodrigo Arias), musitan fue un gesto “poco elegante”. La mamá de Bruno lo defiende con lucidez y coraje: “Mi hijo es bueno, hermoso e inteligente”. Otra vez a recular. Esta vez la presión se dio a lo interno. El níspero Stagno indigestó a algunos correligionarios.
Otro víspero, perdón, níspero, la vuela más allá del estadio. El verde diputado Chacón, sí ‘ese’ Chacón, declara no saber que la reforma a la Ley del Tránsito contiene auto discrecional para él. Es una moción de quienes se dicen ‘liberacionistas’, debido a que las avionetas del Ministerio de Seguridad están por el momento restringidas. Se trata de un proyecto urgente para la fracción de nísperos verdes. Puesto que ignora lo del auto, es que Chacón no ha leído el proyecto. Y tampoco lee la prensa que cuenta desde hace rato del asunto. Ni conversa con sus compañeros. La opción de que miente no es aceptable. Es solo otro níspero verde.
¿Por qué interesarse en estas anécdotas de temprana hora? Porque son señales obvias de que quienes ganaron la elección no son un partido sino grupos e individuos interesados en servirse y no en servir. Una presidenta firme y honesta debería asumir este desafío con urgencia. Eso sí, después de decir en qué situación financiera recibió el gobierno. Porque está ominosa o indigestamente callada ¿o amordazada? en este punto.
Cerremos el asunto de la gula pecadora y toquemos el de la pereza mental (que no es pecado, según los obispos). Cuando la jefa de la fracción oficial riega la Asamblea Legislativa con agua bendita olvida que ese es un recinto de representación ciudadana, no un espacio clerical. ¿Falta de respeto? ¿Audacia? ¿Temprano Síndrome del ex diputado Sánchez?
Como escribía el apóstol: “Por sus nísperos los conoceréis”. Zahorí, Mateo asociaba los nísperos verdes con “disfrazados lobos feroces” y recomendó, gentilmente, ‘cortarlos y echarlos al fuego’ (Mt, 7,19). Palabra de Dios.