Prensa basura

Te dirán que siempre están contigo, que son parte de tu vida, pero te tratarán como un idiota, que solo merece ser manipulado, engañado, desinformado

Te dirán que siempre están contigo, que son parte de tu vida, pero te tratarán como un idiota, que solo merece ser manipulado, engañado y desinformado. Ellos no te respetarán, solo quieren obediencia y que les generes beneficios económicos.

Gran parte de la prensa nacional padece algunos o todos de los siguientes problemas:

Irrespeto de los derechos constitucionales ligados a la libertad de prensa. En octubre del año pasado, dentro de la discusión de la pseudo-ciencia ficción, el principal diario de ultraderecha de este país me negó un derecho de respuesta.

Información parcializada o totalmente falsa. Un noticiero, que se pretende parte de tu vida, presentaba al venezolano López encarcelado y gritando desde la ventana de su celda, mientras la periodista decía que el sujeto en cuestión se encuentra recluido por el solo hecho de protestar contra el gobierno de Maduro. Sin embargo, esto es totalmente falso, ya que dos días antes se han presentado en TeleSur las pruebas documentales y testimoniales que ligan a la derecha venezolana al pago de sicarios colombianos para descuartizar una mujer y causar inestabilidad política. En esto, habrían participado al parecer tanto la mayoría de la derecha venezolana, así como Uribe desde Colombia.

Evasión de la realidad. Se ha vuelto muy común en los noticieros televisivos el empleo de videos de YouTube u otros sitios, para “rellenar” el noticiero. Así, se gasta tiempo y se emplea el espectro estatal-social de comunicación, para no presentar los hechos nacionales e internacionales relevantes. Por ejemplo, nada se nos dice de la campaña de desestabilización que sufre América del Sur, a manos de las burguesías locales en unión con el gobierno norteamericano. Tampoco se nos informa del papel de España en algunos intentos de golpe de Estado en nuestro continente o de que Fox declaró a Francisco I el principal peligro del statu quo estadounidense (lo cual es una amenaza solapada).

Reducción de la dinámica social a un patrón maniqueísta. Vulgarmente se nos atosiga con sucesos, sucesos y más sucesos, para luego recetarnos un programita de noticias positivas. La realidad se tiende a presentar en términos de lo positivo (es decir, el no protestar, el generar plusvalía, etc.) y lo negativo (los problemas derivados de la exclusión social, producto de lo que ellos llaman lo positivo).

Un vulgar nacionalismo. Basta que juegue la “Sele” para que se exacerben los sentimientos patrióticos, donde todos somos “igualiticos”, pero un 2% de la población se deja casi toda la riqueza del país. El nacionalismo se usa para ocultar los problemas de clase que yacen bajo este.

Un periodismo basado en la máxima: “si no hay noticia, invéntala”. De esta manera, se vuelve noticia hasta una flatulencia de algún “famositico” o el nuevo programa de la televisora.

Un periodismo analfabeta. Basta ver los títulos en los noticieros, que carecen de tildes o periodistas que confunden “intimar” con “intimidar” o la confusión generalizada (incluso entre mis colegas) entre “talvez” y “tal vez”, para verificar esto. Da pena ajena.

Un culturalismo indecente. Se habla constantemente de lo importante del ser costarricense, pero se reduce la cultura nacional a mercancía turística y, a la vez, se hace propaganda de los modelos culturales extranjeros, especialmente mediante las secciones de farándula gringa.

Sensiblería vs. razón. Se muestra, por ejemplo, la pobreza como un asunto ligado a la caridad (al pobrecitico), pero nunca se establecen las relaciones causales que la producen

La libertad de prensa debe tener límites. Un medio que no cumpla con la ley, que mienta o que distorsione la realidad debe ser cerrado. Sin la función social olvidada por grandes sectores de la prensa nacional, los medios de comunicación son solo transmisores de un vulgar fascismo mercantilista, al servicio en este caso de algunas hansas plutocráticas.

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