Feliz día del trabajador para todos aquellos que nos cuidaron desde niños y fueron nuestros primeros guías, a los que limpian las aceras y los caños, a los que cuidan nuestros carros cuando hacemos los mandados, a los que nos sirven la comida en los restaurantes que vamos a cenar, a los que hoy están trabajando, a los profesionales liberales que hacen bien su trabajo, a los dependientes de las tiendas, a los maestros dedicados, a los que nos venden las verduras y la carne con sonrisas, a las que limpian nuestras casas, a los vendedores de lotería, a los pensionados quienes trabajaron arduos años y ahora descansan en sus hogares, a los que siembran en el campo desde la madrugada, a los profesionales de la salud que nos cuidan y curan con compasión cuando estamos enfermos, a los policías preocupados, a los empleados públicos que aún conservan la mística y la ética, a los defensores públicos, fiscales y jueces con conciencia social, a los que pasean nuestros perros, a quienes cuidan nuestros ancianos en casas, centros u hospitales, a quienes rezan por la humanidad en un claustro, a los que educan a nuestros jóvenes en las Universidades, a los que están en el espacio sin saber qué día es hoy, a los técnicos que se suben a los postes para arreglar daños eléctricos, a los empresarios independientes,a los que toman decisiones, a los que manejan buses y taxis sin olvidar que transportan vidas en especial en zonas peligrosas, a los que hornean, maquilan, arman, cosen, cocinan, empacan durante horas de la noche dejando a sus hijos arropados en sus camas, a los que nos limpian los edificios en silencio y pasan a nuestro lado invisibles cuando otros trabajan en escándalo, a los que reportan noticias con objetividad, a los que nos cortan el cabello, a los que atienden nuestros reclamos por teléfono, a los nacionales y extranjeros que recolectan nuestro café, caña, piña, flores, hortalizas, tubérculos que terminan en altos precios en el extranjero, a los pescadores, futbolistas, ejecutivos, salvavidas, vendedores ambulantes, libreros, escritores, psicólogos, chefs, informáticos, publicistas, ingenieros, dueños de supermercados, a los que nos enseñan a bailar, a los biólogos, vulcanólogos, geólogos, a los que cuidan nuestro medio ambiente, a los que estudian con dedicación para obtener una profesión, a los que vuelan largas distancias en aviones atendiendo pasajeros, a los que nos hacen el jardín, los guardaparques, los que cuidan nuestras fronteras, a los que cantan y tocan en mariachis y comparsas para animar nuestras fiestas, a los que luchan por causas justas, a las damas de la noche que no tienen una vida justa y placentera, a los políticos coherentes, líderes que no olvidan a quienes los eligieron, músicos que componen líricas hermosas para que nos relajemos un día como hoy.
A todas esas personas que desempeñan una función, sea cual sea, que hacen grandes sacrificios sin importancia para los demás, muy ¡Feliz Día del Trabajador! Sigan desempeñando su labor con dignidad, puesto que el trabajo enaltece al ser humano y aunque sea bien pagado o por debajo del mínimo, de terrosas manos de campo o de agotamiento intelectual, son y serán siempre un excelente ejemplo para aquellos que sí reconocemos su valiente labor.
