Probablemente, ni usted ni yo, sepamos cuáles fueron las buenas intenciones que motivaron a una quincena de diputados (algunos de ingrata memoria: Justo Orozco, Carlos Avendaño,…) que fueron parte de la Asamblea Legislativa anterior al presentar un proyecto de ley que reforma la ley 7531 (sistema de pensiones del Magisterio Nacional). Y para que no se haga ilusiones, este proyecto de ley no tiene nada que ver con que si volvemos o nos quedamos en la Caja del Seguro Social jugando a “la gallina ciega con nuestros estudiantes”.
Se trata de un proyecto que pretende reformar el Régimen de Capitalización Colectiva del Magisterio Nacional (RCC) que actualmente lo administra la Junta de Pensiones y Jubilaciones… (Jupema). A ese fondo de pensiones pertenecen todos aquellos docentes que hayan sido nombrados después del 15 de julio de 1992. Pero como decía el “difunto” Justo Orozco para ser más popular y con el adagio conocido: “¿Cuál es el brinco si el suelo está parejo?” El asunto es muy sencillo: el fondo ha crecido y hay más de un billón de colones (un millón de millones de colones). Y ya saben ustedes cómo los representantes de aquella legislatura sentían vibrar el amor por la patria cuando el dinero estaba a la vuelta de la esquina.La genialidad de esos diputados fue dejar un proyecto de ley, para modificar varios artículos, esencialmente el artículo 21 de la ley 7531, con el subtítulo “Portafolio de inversiones”. En siete incisos, todos revestidos de sacrificio personal y legitimados por un verbalismo político, dan cuenta de cómo se harán esas inversiones: b) “Al menos un 30%… se hará en valores emitidos por el sector público, c)… por fideicomisos administrados por entidades financieras públicas o privadas…, e) valores…transados en las bolsas de valores nacionales o extranjeras…o mecanismos de negociación de valores denominados “over the counter” (encima de un mostrador)… 30%, f)… desarrollo de infraestructura pública y privada, a través de las figuras de fideicomiso o contratos de concesión de obra pública…, g) Inversión…para entidades…relacionadas con el Magisterio Nacional…” (Caja de Ande, Sociedad de Seguros de Vida,…).
La figura del fideicomiso es un contrato, un milagro del mercado que goza de un prestigio con una estructura tridimensional: fideicomitente (transmite dinero, bienes, derechos…(Jupema), fiduciario, sólo los bancos estatales y privados tienen ese privilegio de administrar los bienes dados en garantía en virtud de un golpe de Estado que dio el Registro de la Propiedad al Código de Comercio, según me indicó un distinguido jurista, y fideicomisario, presunto beneficiarios (empresas…). Por supuesto, se me indica, hay estipulaciones, condiciones, regulaciones contractuales y…
Retornemos al proyecto de ley que cuenta con el aval de ciertas organizaciones magisteriales, con excepción de APSE, que se opone a dicho proyecto porque no se ha hecho una consulta con las bases, ni se ha divulgado, como bien lo señala el profesor Manuel Sandoval, y que en la actualidad ha sido denunciado por la firme y clara voz de la diputada del Frente Amplio, Ligia Fallas. Así, cuál es la lectura que nos queda: ¿expropiación del capital, de su futuro de pensiones, de los trabajadores del magisterio nacional por parte de las “Manos Limpias” del mercado? ¿Quién garantiza las inversiones en una coyuntura bursátil inestable?