“Cuando hay que decidir entre sacrificar la economía o sacrificar la democracia, se debe sacrificar la democracia, y eso es lo que se ha hecho en Chile”, con estas palabras, Henry Kissinger justificaba el golpe de Estado contra el presidente Allende.
En ese momento, dicho personaje dejaba claro esas posiciones fascistas que siempre lo caracterizaron y de la cual se harían herederos los empresarios costarricenses y el ministro Marco Vinicio Ruiz 36 años después, durante el golpe de Estado en Honduras.
El 30 de junio dos artículos, uno publicado en la página web www.noticias24.com y titulado “Vecinos de Honduras comienzan suspensión del comercio pese a críticas de empresarios” relataba como las cámaras empresariales estaban muy preocupados, por las acciones del SICA al bloquear comercialmente a Honduras, ya que ellos iban a sufrir las perdidas al detenerse el envío de productos a ese país, “De ninguna manera estamos de acuerdo con esto (el cierre de fronteras), los problemas políticos deben solucionarse políticamente y el tema comercial no debe ser el ‘pasto de la fiesta’ (la víctima)”, declaró el presidente de la Unión de Cámaras del sector privado, Manuel Rodríguez citaba la mencionada noticia, la nota continuaba diciendo que Marco Vinicio Ruiz, manifestó preocupación por la medida, adoptada por los presidentes de los tres países el lunes durante una reunión en Managua. Y agregó que los ministros de Comercio Exterior no fueron consultados al respecto.
El otro artículo titulado “Empresarios de la región rechazan bloqueo” fue publicado en el diario hondureño La Prensa, el cual relata más o menos lo mismo.
Aquí podemos señalar que pasando por Arbenz, Allende, Aristide, Bosch y los demás presidentes constitucionales derrocados en Latinoamérica, todos ellos han cometido de alguna u otra medida un pecado que, obviamente al empresario costarricense le parecía abominable, esto es, cargar con un poco de política de izquierda los asuntos económicos, lo cual en las condiciones capitalistas imperantes durante el siglo XX fue prácticamente imposible en nuestra región, salvo en Cuba por supuesto.
Lo anterior nos lleva al segundo punto y es que estos gurúes del neoliberalismo del corte del ministro Ruiz, se han tragado tanto el discurso de que lo comercial está por encima de todo, que piensan que cada vez que un presidente como Óscar Arias toma una decisión política en defensa de los principios democráticos tiene que consultarle a él, es decir, efectivamente él cree que la defensa de principios democráticos van de la mano con intereses comerciales.
Debemos tener siempre presente hasta donde nuestros ministros de economía y empresarios están dispuestos a defender la democracia.